El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) informó hace poco que la inflación en el mes de marzo de 2023, se ubicó en 4,2%, mostrando una importante desaceleración en el ritmo de aumento de los precios.
Por Banca y Negocios
Ante ello, el economista y profesor universitario, Hermes Pérez, destacó que la citada desaceleración «ha sido un comportamiento estacional que se repite desde 2008».
Comentó que la inflación acumulada «se ubicó en 74,6% (el 67% reportado por el OVF es de febrero), lo que hará casi imposible que el alza de precios cierre el año por debajo de 3 dígitos».
«En un año, la inflación se ubicó en 501%, por encima del umbral moderno de hiperinflación, lo que destruye el poder de compra de las familias, acaba con los ahorros, genera pobreza y ha sido en parte responsable del éxodo 7,2 millones de venezolanos», enfatizó.
Cabe recordar que el rebrote inflacionario inició en mayo de 2022 y «nos colocó en una espiral ascendente de precios en virtud del repunte del financiamiento monetario al fisco, el cual después de caer en mínimos, volvió a repuntar de manera importante».
Pérez recalcó que otro aspecto a resaltar fue que la menor presión en los precios y la consecuente estabilidad cambiaria «se produjo luego que el financiamiento monetario (ilegal) al fisco se contrajo de manera importante».
«Este es un dato bien importante, ya que reitera que la inestabilidad en los precios y en el tipo de cambio en el país no obedecen, en su gran mayoría, a razones distintas a la emisión excesiva de dinero para financiar al fisco», explicó.
Manifestó en su cuenta en Twitter que a pesar del alza de la base monetaria en marzo, «la caída del financiamiento explicó la desaceleración de los precios, la estabilidad cambiaria y el incremento de las reservas ante la menor necesidad de adjudicar divisas en un mes donde estacionalmente la demanda de bolívares desciende».