Venezuela tiene cinco años sin emitir boletines epidemiológicos

Redaccion El Tequeno

La época de lluvia despierta otras afecciones, mientras la atención se centra en los afectados por covid-19. Una crítica de expertos que desnuda la debilidad del sistema público de salud al tener alrededor de 5 años sin emitir boletín epidemiológico semanal. Sin poder controlar las principales incidencias de morbilidad que empiezan por influenza, dengue, cuadros diarreicos, parasitosis y hasta la silente tuberculosis que ataca la vulnerabilidad de la población desnutrida, considerando que la mayoría de los venezolanos carece de una adecuada alimentación.

Por Guiomar López | LA PRENSA DE LARA

“No se saben indicadores exactos por la debilidad del sistema de salud sin vigilancia epidemiológica, que sólo cubre el covid-19 y con la reiterada opacidad del Gobierno en la información del resto de afecciones”, señala José Félix Oletta, exministro de Salud, al recordar que las autoridades venezolanas tienen esa responsabilidad de informar al pueblo y notificar a organismos internacionales acerca del impacto de las enfermedades virales o endémicas.

Criticó que poco se sabe acerca de los casos de influenza, ni siquiera por ser tan común durante las lluvias y sus síntomas puedan ser sospechosos a coronavirus. “¿Acaso hay una capacidad saturada del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel o se quedaron exclusivos al Covid?”, se pregunta sobre los pocos datos que hubo sobre la malaria, mientras de la tuberculosis no se tiene mayor precisión desde 2018, pese a su amenaza ante la población desnutrida.

También explica que se espera del dengue una posible alza de casos en las próximas semanas, debido a la consolidación de su patrón estacional en esta época de lluvia y que podría extenderse hasta noviembre de 2021. Un plano que puede empezar como el tradicional dengue clásico, hasta inicialmente confundido con el coronavirus por atacar las plaquetas y que hasta puede ser mortal al pasar a la fase hemorrágica sin la oportuna atención médica.

Sin respuestas
La pandemia arropó a la opacidad, lamenta este experto de esa costumbre de las autoridades por ocultar la información. “Sin datos no hay planificación en políticas de salud”, señala de la falta de ubicación de la raíz del problema para planes efectivos que resten impacto al registro de morbilidad y mortalidad.

Una consecuencia que se mide desde la omisión de datas, tal como lo ha denunciado el gremio médico sobre las fallas del registro de ingreso de emergencias al Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto y que la falta de obligatoriedad sólo se limita a las historias médicas de aquellos pacientes dejados en observación u hospitalizados, tal como lamentó Ruy Medina, exdirector de este centro y quien fungió como autoridad sanitaria regional.

Desde la organización Médicos Unidos en Lara, Luzmila Leal resalta que con la emisión de boletines epidemiológicos se pueden atacar los focos de determinados brotes de patologías y activar la alarma de control para implementar medidas y hasta el abordaje en toma de conciencia de prevención a los habitantes de comunidades.

También reconoce que el dengue es uno de los más recurrentes, por lo que conociendo la realidad, se ataca ese avance clínico para acabar los reservorios de los mosquitos Aedes aegypti, los cuales proliferan a gran escala durante las lluvias.

La encrucijada terminará con el reflejo permanente de boletines que permitan atacar esos grupos amenazados y acciones para prevenir mayores afecciones. Expertos entienden la emergencia por covid, pero recuerdan que no han desaparecido otras enfermedades.

Endémicas también latentes
Según la Oficina de las Naciones Unidas de Coordinación de Asuntos Humanitarios, para marzo de 2021 consideraron relevante reforzar la vigilancia de los brotes inusuales de enfermedades tipo influenza y neumonía grave, especialmente en población vulnerable. Además, sabían de 3.105 casos de dengue en Venezuela, que incluyeron 4 decesos.

Una realidad que, aún no teniendo cifras exactas, se expresa en algunos centros asistenciales en Lara, tal como lo confirma el epidemiólogo Iván Molina, al precisar que entre los principales registros por morbilidad figura el dengue, diarrea viral o bacteriana, que por lo general se acentúa con las lluvias, influenza con estricta vigilancia en afección respiratoria y hasta parasitosis en niños y adultos.

El estado del agua sin el debido tratamiento y la irregularidad del servicio, obliga al almacenamiento. Se debe prevenir para evitar criaderos del temido mosquito Aedes infectado.

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