Venezuela, una reapertura al mundo para terminar la travesía del desierto

Redaccion El Tequeno

Con un nuevo canciller de Venezuela, Félix Plasencia, y una mesa de diálogo establecida con la oposición, el gobierno de Nicolás Maduro escenifica su voluntad de retomar relaciones internacionales; y poner fin a una travesía del desierto que comenzó en enero de 2019, según coinciden varios analistas consultados por Efe.

Nuevo canciller de Venezuela

El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Félix Arellano explicó a Efe: «La designación de Plasencia puede tener una lectura de tratar de tener un personaje más amigable, más negociador y con un tono más prudente».

«Todo ello, en una fase en la que Miraflores quiere vinculación con las democracias occidentales; particularmente con Estados Unidos y con la Unión Europea (UE)», agregó.

Esta fase trata de aliviar la que comenzó en enero de 2019; cuando medio centenar de países desconocieron la Presidencia de Nicolás Maduro.

Desde entonces, aunque mantiene estrecho vínculo con sus grandes aliados como Rusia, China, Turquía e Irán, la relación con otros países de la región, Estados Unidos o incluso de la UE quedó limitada.

Menos confrontación

Plasencia sustituyó como canciller a Jorge Arreaza, quien mantuvo un tono mucho más dado a la confrontación.

Sobre Plasencia, Arellano explicó: «Es una persona dialogante, conocedora de los lenguajes de la diplomacia y que sabe entender diferencias».

Con él, coincide el diplomático venezolano y analista internacional Julio César Pineda, quien recuerda al hoy canciller venezolano como su alumno en la escuela de Estudios Internacionales.

Además, destaca su dilatada carrera antes de la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia, y ampliada posteriormente.

Pineda observa ahora una nueva actitud de la Cancillería venezolana con Plasencia al frente. Considera que Plasencia ha dado signos extraordinarios, como asistir a un acto de la comunidad judía.

Esa nueva actitud cree que se observa especialmente en la Asamblea General de la ONU.

«Allí se entrevistó no solo con chinos o rusos, sino también con muchas cancillerías europeas. Una muestra de que le va a dar un tono distinto al Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano», señala Pineda.

«En la etapa de negociaciones, da facilidades para llegar a acuerdos en lo nacional y en lo internacional con la nueva Cancillería», explica.

Igual que Arellano, considera que Venezuela está en una nueva etapa.

Política interior

«Primero, el gobierno flexibiliza su política interior, liberando a unos presos políticos y permitiendo la participación de opositores en las próximas elecciones locales y regionales», afirma.

Y agrega como segundo punto qyue Maduro amplia su radio de acción con muchos países que no tenían relaciones diplomáticas por el reconocimiento a Guaidó.

La cumbre de la Celac, punto de inflexión

En esa apertura, la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) celebrada el pasado septiembre en México, con la participación presencial de Maduro, supuso para Arellano «un punto de inflexión».

«Creo que es muy importante, creo que ellos, en Miraflores, deben ver estos acontecimientos, en particular la Celac, como un punto de inflexión. Es un cambio que empieza a darle más protagonismo y más reconocimiento», comenta.

En esa reunión, Maduro estuvo sentado a la mesa con otros jefes de Estado y de gobierno de la región.

Solo el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, le dijo a Maduro que desconocía su gobierno. Pese a que los mandatarios de Ecuador y Uruguay, Guillermo Lasso y Luis Lacalle Pou, respectivamente, también criticaron a su Ejecutivo.

Repartir culpas

No obstante, Arellano considera que la situación se puede agravar en diciembre próximo, e incluso en 2022, cuando haya que desmontar la mesa de diálogo con la oposición.

«Habrá que pelear de nuevo con Occidente y responsabilizar al imperio de todos los males», indica.

Por su parte, Pineda considera que la participación de Maduro en la reunión de la Celac es importante, porque ya han avanzando las conversaciones entre la oposición y el gobierno y se ha flexibilizado la actitud de la comunidad internacional con respecto a las posiciones de 2019.

Con esa postura, pueden chocar las posiciones más duras exhibidas por Maduro. Aunque el diplomático venezolano explica que eso se debe a que existen dos dimensiones: una de política interna y otra internacional.

«Maduro actúa en función de la política interna, porque tiene un electorado radicalizado», comenta acerca de frases como las que utilizó en su discurso ante la Asamblea General de la ONU en el que volvió a verter críticas contra Estados Unidos y los países europeos.

De otro lado, opina qeel canciller busca más el escenario internacional y tender puentes en una doble dimensión que todavía debe mostrar su eficacia en el tiempo.

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