El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, abordará el próximo viernes en Washington con su homólogo de EE.UU, Joe Biden, una «agenda política» centrada en la defensa de la democracia, el medioambiente y los derechos humanos.
«Será la retomada de una relación que estuvo en ‘baño maría’ desde que Biden asumió el poder» en enero de 2021, dijo en una rueda de prensa el diplomático Michel Arslanian, de la Cancillería brasileña, sobre la visita de Lula a Estados Unidos.
Aludió así al enfriamiento de las relaciones tras la victoria del demócrata Biden impuesto por el ultraderechista Jair Bolsonaro, antecesor de Lula y que está en Estados Unidos desde el pasado 30 de diciembre, dos días antes de la investidura del líder progresista.
Según dijo Arslanian, la defensa de la democracia será uno de los asuntos centrales que planteará Lula en su visita a la Casa Blanca, sobre todo después de los ataques de la ultraderecha al Capitolio de Estados Unidos, el 6 de enero de 2021, y a los tres poderes brasileños, el último 8 de enero.
«Son países con desafíos semejantes y una preocupación común por la radicalización política y el uso de las redes sociales para la desinformación y la promoción de discursos de odio», apuntó.
De acuerdo con el diplomático, el encuentro entre los líderes de «dos grandes democracias» propiciará «una oportunidad para enviar un fuerte mensaje» frente al «extremismo y la violencia».
PAZ, DERECHOS HUMANOS Y MEDIOAMBIENTE
En mismo ese marco, agregó que, al menos desde el lado brasileño, Lula le planteará a Biden su preocupación con la necesidad de una mayor promoción de los derechos humanos y el combate a la crisis climática en términos globales.
Asimismo, el diálogo político que Lula pretende establecer con Biden incluirá la promoción de la paz y la búsqueda de una solución negociada al conflicto generado por la invasión rusa a Ucrania.
Lula ya la planteó al canciller germano, Olaf Scholz, la creación de un grupo de países, entre los que citó a la propia Alemania, a Francia y a Estados Unidos, así como a Brasil, India y China, para intentar una suerte de mediación entre Rusia y Ucrania.
En el apartado del medioambiente, Lula le presentará a Biden «un Brasil que se ofrece nuevamente al mundo como un agente muy activo contra el cambio climático, muy comprometido con sus obligaciones y que busca la participación de los países amigos» en la defensa del planeta.
VENEZUELA Y CUBA PUEDEN ESTAR SOBRE LA MESA
El diplomático no lo confirmó, pero consideró que la situación de Venezuela y Cuba, países que mantienen una tensa relación con Estados Unidos, también podrá ser puesta sobre la mesa por Lula.
En ese sentido, indicó que el presidente brasileño defenderá la posición de Brasil, que prima por la no intervención en los asuntos internos de otros países y considera el «diálogo» como la vía para la solución de los conflictos.
Lula tiene previsto viajar hacia Washington el próximo jueves y el viernes por la mañana es posible que se reúna con parlamentarios del Partido Demócrata, aunque según Arslanian eso todavía no ha sido confirmado.
Por la tarde será recibido por Biden en la Casa Blanca, una cita con la pondría fin a su primera visita a Estados Unidos desde que volvió al poder que ya ejerció entre 2003 y 2010.
Sobre la situación de Bolsonaro, quien tramita un visado de turismo para extender su permanencia en Estados Unidos, Arslanian dijo que «es un asunto migratorio» que depende de las «autoridades norteamericanas» y no le compete al Gobierno brasileño.