El coordinador en Guaicaipuro de Vente Venezuela, profesor William Anseume, denunció los múltiples impedimentos para la detección y el tratamiento del coronavirus a nivel nacional y especialmente en la capital mirandina.
«Lo que ocurre resulta insólito. Hay múltiples impedimentos para la detección y el tratamiento del coronavirus en Venezuela, pero particularmente en Guaicaipuro se ha acentuado la problemática con el esparcimiento del virus, fundamental, pero no únicamente en Los Teques», dijo.
Aseguró que se hacen pocas pruebas fidedignas para la detección definitiva del virus. «Sabemos de la poca fiabilidad de las pruebas rápidas. Conocemos el interés por contener la información más que la enfermedad. Estamos al tanto de que el covid-19 se está esparciendo vertiginosamente, como sesudamente habían advertido los especialistas, con caso omiso por parte de quienes se aferran malévola e inescrupulosamente al poder en Venezuela».
-Pero la desatención crece. Ya vemos la grave situación planteada en el hospital centinela Victorino Santaella en Los Teques, el descuido en la dotación de los ambulatorios de Guaicaipuro y la ausencia de ambulancias para los traslados. Lo que crece como el virus ahora es el miedo de la población. Miedo a la enfermedad que requiere cuidado para evitar el contagio. Pero miedo también a ser trasladados a hoteles a pasar hambre y trabajo, a ser tratados sin saber por quiénes ni cómo de mal. A estar expuestos tengas o no el virus chino.
«También crece el miedo por la actuación contra familiares y vecinos. Por los acordonamientos. Por la evitación de entradas y salidas a los sectores residenciales. Ya habíamos advertido que el problema de salud ante la pandemia se iba desproporcionadamente de las manos del régimen. Ahora resulta más claro que la represión y el miedo-terror no espanta al virus pero sí a la gente», dijo.
Terminó el dirigente político de Vente Venezuela en Guaicaipuro: «La confianza indispensable para la detección y el tratamiento en hospitales desbordados, en hoteles u otras edificaciones no aptas ni tradicionales para ello, no existe. Al no existir esa confianza necesaria, se hará más difícil el diagnóstico, el tratamiento y por tanto la erradicación del virus que seguirá esparciéndose fatal y lamentablemente a expensas de nuestras vidas, de nuestra salud. Definitivamente han errado en estrategias muy de show, pero inefectivas, para la acción y para la comunicación. Son irresponsables y descuidados en una materia de sustancial interés y riesgo inmenso, hasta mortal, para la ciudadanía. El país no se merece este trato miserable».
Redacción El Tequeño
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