El profesor William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la USB y secretario nacional de profesores universitarios de Encuentro Ciudadano, resumió los ataques a la universidad y la educación durante 2022:
«Este año se ha profundizado la destrucción de la educación y las universidades en Venezuela. No es solo un problema laboral el que se ha generado desde el poder secuestrador que redujo los sueldos de los universitarios en marzo, que extinguió las prestaciones sociales y toda protección social como los seguros, que fragmentó hasta tragarse los bonos vacacional y de fin de año, que busca la desaparición definitiva de gremios y sindicatos robándose, como se han robado, los aportes de los afiliados retenidos todo el año por quien debe hacer esos pagos por el Sistema Patria, vulnerador de la autonomía y parte del control social impuesto», dijo.
-Los sueldos están, sí, muy lejos de ser dignos, lejos de ser suficientes para la alimentación y la vida. La Convención Colectiva se la volaron completa sin contemplación alguna. Pero no es todo.
Continuó el dirigente político y gremial: «Hay sevicia, sadismo, hay gozo con el ensañamiento contra la educación, los profesores, los maestros y los demás trabajadores. Hay burla descarada, como cuando el primero de mayo ofreció Maduro un bono especial para jubilados que se quedó como recuerdo burlesco, jugando perversamente con la necesidad de todos los jubilados».
Agregó que no es más que «un odio enfermizo, acabador, centrado en lo político e ideológico. De manera hipócrita se dicen bolivarianos, hipócritas porque Bolívar sí defendió de palabra y acción la universidad y la educación, fundamentado en su formación, en el pensamiento de maestros como Simón Rodríguez».
Anseume agregó que la violencia con la que este año han invadido las universidades con el Plan Universidad Bella, de negocios y corruptelas, la diáspora o huida descalabrada del personal, la imposibilidad de completar la planta profesoral atrayendo profesionales para renovarla, el incremento de jubilaciones y renuncias, las carencias materiales para la investigación. Todo ha incidido en el impresionante bajón en los rankings internacionales, en la producción pero también en la difusión del conocimiento».
«Ante este desbaratamiento, la universidad, la educación, resiste ahogada e indefensa. Es un enorme problema social causado por la corrupción y el desinterés más absoluto por la educación y el trabajo. También representan violaciones a los derechos humanos y otros convenimientos internacionales laborales y educativos. Que, según se puede vislumbrar en el presupuesto 2023, no quieren buscar superar para nada. Insistiremos en la permanente denuncia de estos aspectos nacional e internacionalmente, continuaremos en la lucha unitaria por defender nuestros derechos de los ataques de estos groseros sepultureros macabros de la educación en Venezuela».