William Anseume, profesor universitario y coordinador de Vente Venezuela en el municipio Guaicaipuro, aseguró que lo peor del año que culmina en Miranda ha sido el descuido de la salud.
«Si la catástrofe de todos los servicios se percibe a todo paso en Guaicaipuro y todo el estado Miranda, el abandono de la atención en salud es la marca mayor y más sensible dentro de todo este desastre causado por el régimen de Nicolás Maduro», reseñó.
Catástrofe – agregó Anseume – que podemos hacer extensiva a todo el país sin temor a equivocación: alimentación, agua, electricidad, gasolina, gas, transporte, vialidad, efectivo, seguridad, deterioro continuo del ornato público y de la calidad de vida, de la educación, del trabajo. Todos esos aspectos han sido profundizados en sus inmensas dificultades para causar los inmensos estragos que causan a la población guaicaipureña, mirandina y nacional.
«Pero el pleno abandono de los servicios de salud es sin duda el desastre mayor. Los derechos humanos a la salud y la vida siguen sin vigencia en Venezuela. A esto debemos sumarle el terrible manejo de la situación permanente generada por el coronavirus», afirmó.
Continuó Anseume: «El costo y las imposibilidades de conseguir medicamentos, así como el abandono mayúsculo de hospitales y todos los centros públicos de atención médica, los elevados precios de la medicina privada y los seguros han hecho que la protección de la salud y la vida en Miranda y Venezuela sean pura quimera inalcanzable.
Dijo que en el hospital Victorino Santaella, como se ha denunciado permanentemente no hay nada como atender a nadie. «En Paracotos, por poner un ejemplo también municipal, recibo una llamada un día de estos cualquiera de final de año para decirme que no hay médicos siquiera, que las dos farmacias cierran por la noche sin turnos efectivos; que el ambulatorio, único para atender necesidades de salud de la parroquia a la orilla de la Autopista Regional del Centro, se cerraba por no haber ese día cómo atender a nadie.
-Una pequeña muestra del día día de la desprotección ciudadana. Mientras quien ejerce de gobernador, quien ejerce de alcaldesa andan ya en una abierta campaña para procurar continuar en el poder, la gente sufre, padece a diario, el rigor del abandono de la salud y de su derecho a la vida.
Se preguntó el dirigente político: «¿A dónde recurre el desvalido ciudadano? A la espera de la ampliación de sus problemáticas médicas, expuestos permanentemente a la muerte de mengua. De allí la urgencia de resolver cuanto antes la problemática política del país. No basta con una ayuda humanitaria que no llega al ciudadano común de ninguna forma. Hay que resolver de raíz la situación para que pueda encaminarse el país a un mejor sendero de vida», culminó.