El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, admitió que su país no podrá sumarse a las filas de la OTAN, en una clara señal que está enviando a Rusia, país que exige la neutralidad de Kiev como una de las condiciones para alcanzar un cese al fuego.
«Debemos reconocer que Ucrania no podrá ingresar en la OTAN… Escuchamos durante años que las puertas estaban abiertas, pero también escuchamos que no podíamos unirnos. Esta es la verdad y hay que reconocerla», ha dicho el presidente ucraniano por videoconferencia en lo que puede ser un paso hacia un compromiso, aunque Zelenski sí demanda otras garantías sobre la seguridad de su país.
El pasado 21 de febrero, Vladimir Putin reconoció a Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes. Estos territorios, mayoritariamente rusoparlantes, son considerados como ucranianos por parte de Kiev y gran parte de la comunidad internacional, sin embargo, Rusia ha esgrimidos argumentos históricos para calificarlos como naciones autónomas.
La crisis entre ambos países empeoró, tras la orden del Kremlin de invadir esa zona, con la intención de «pacificar y mantener la paz».
Tres días después, inicio de la operación militar con la excusa de «proteger» a la población rusa en esas regiones controladas desde 2014 por las milicias separatistas prorrusas apoyadas por Moscú.