El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró este miércoles que su Gobierno ha emprendido reformas internas que darán «la confianza» necesaria a los inversores extranjeros para que contribuyan a la reconstrucción de su país.
Zelenski intervino de forma telemática en la segunda Conferencia de recuperación de Ucrania (URC 2023), que reúne en Londres hasta el jueves a un millar de participantes entre líderes políticos, empresarios y representantes de la sociedad civil de 60 países.
La cita, coorganizada por Londres y Kiev, busca recabar financiación y compromisos de inversión a fin de impulsar la economía y la sociedad ucranianas tanto a corto como a largo plazo.
Según estimaciones del Banco Mundial, el coste de la reconstrucción de Ucrania ascendía, un año después del inicio de la guerra el 24 de febrero de 2022, a 411.000 millones de dólares (376.000 millones de euros), mientras que las necesidades de inversión para 2023 son de unos 14.000 millones (12.810 millones de euros).
El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, dijo que ha pedido a ese organismo asistencia para evaluar los daños causados por el «horrible atentado terrorista perpetrado por las fuerzas rusas» contra la presa de Kajovka, en el sur ucraniano, que se sumarían al monto total.
Explicó que Ucrania trabaja para modernizarse y adoptar prácticas de la Unión Europea y ha elaborado un plan de cinco etapas para establecer las prioridades y garantizar un proceso de inversión «transparente».
LLAMAMIENTO AL SECTOR PRIVADO
Al inaugurar la URC 2023, el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, instó al sector privado a aprovechar las oportunidades de inversión «que incluso ahora», a pesar de la guerra, existen en Ucrania.
El líder conservador dijo que «Rusia debe pagar» por la destrucción que ha causado en la antigua república soviética pero, hasta que esto sea posible, es importante que los Gobiernos y sobre todo las empresas impulsen su recuperación, comprometiéndose a invertir «en el momento adecuado».
En este sentido, informó de que 400 compañías de 38 países, con una facturación combinada de 1,6 billones de dólares (1,46 billones de euros), se han implicado en la reconstrucción de posguerra con la firma del «Ukraine Business Compact» o Pacto de empresas para Ucrania.
Sunak presentó además el llamado Marco de la Conferencia de Londres para el Seguro de Riesgo de Guerra, respaldado por el G7 (grupo de economías más desarrolladas) y que apoyará a las aseguradoras que posibiliten las inversiones en Ucrania.
A nivel bilateral, el Reino Unido garantizará préstamos del Banco Mundial por valor de 3.000 millones de dólares (2.750 millones de euros), además de ofrecer un paquete de ayuda de 240 millones de libras (280 millones de euros) y una dotación adicional de 250 millones (290 millones de euros) para la inversión británica en el país del este de Europa.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, coincidió en que, pese a los esfuerzos de varios países e instituciones financieras, «solo el sector privado puede movilizar el nivel de inversión necesario para satisfacer las necesidades de Ucrania».
Al intervenir junto con colegas de países como el Reino Unido, Italia, Japón, Polonia o Francia, reafirmó el compromiso de su Gobierno tanto militar como para la recuperación ucraniana, con una nueva aportación de 1.300 millones de dólares (1.185 millones de euros).
«Se trata de sentar las bases para que Ucrania prospere como un país independiente plenamente integrado en la Unión Europea» y «una democracia arraigada en el estado de derecho», afirmó.
Por su parte, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, anunció en un vídeo pregrabado 7 millones de euros adicionales para erigir refugios en colegios y clínicas móviles para neonatos.
Albares señaló que esa cantidad, que también se destinará a ayudar a las víctimas de la violencia sexual, se suma a los 250 millones que España ya ha aportado para la recuperación de Ucrania tras la invasión rusa. EFE