De ser uno de los atractivos turísticos más importante del centro del país a principios del siglo pasado, las estaciones El Encanto y Los Lagos del antiguo Gran Ferrocarril de Venezuela se han convertido en auténticas guaridas de delincuentes tras permanecer abandonadas por la Alcaldía de Guaicaipuro y la Gobernación de Miranda.
Los vecinos de lo que queda del otrora icónico Tren El Encanto, denuncian que la estación ubicada en la zona Los Lagos está siendo desmantelada desde hace semanas por una banda de delincuentes que además utiliza estas instalaciones para centro de operaciones.
“Esta madrugada se metieron en una casa que queda justo al lado, se llevaron hasta la bombona de gas, los ladrones saltaron desde la estación y huyeron”, denunció este jueves uno de los habitantes del popular sector tequeño.
Narran que en el caso de la estación El Encanto, ubicada a unos pocos kilómetros en dirección a los Valles de Aragua, fue completamente desmantelada “se llevaron desde los techos hasta los baños, todo lo que se había recuperado fue destruido antes de ser reinaugurada en 2015”, narró otro de los vecinos.
En abril de 2014, el entonces ministro del Poder Popular para Transporte Terrestre, Haiman El Troudi, acompañado de quien fungía como presidente de CorpoMiranda, Elías Jaua, el entonces ministro para el Turismo, Andrés Izarra, el alcalde del Municipio Guaicaipuro, Francisco Garcés y el General de Brigada Pablo Peña, Comandante de la 64 Brigada Ferroviaria, anunciaban con “bombos y platillos” la recuperación con una inversión de más de 350 millones de bolívares.
“Tras perder la Asamblea Nacional en 2015 jamás culminaron la obra, lo poco que habían recuperado fue desmantelo, dicen que la destrucción la causaron los mismo obreros a quienes no les terminaron de pagar”, agrega Mauricio Marcano, residente de la zona.
La promesa no cumplida incluida la recuperación de una locomotora a diesel (que data de la década de los 50), siete kilómetros de vía férrea, cinco puentes y siete túneles, además de 80 hectáreas y el remozamiento de 30 viviendas que se encuentran distribuidas a lo largo del recorrido.
“Nada de eso ocurrió, los que vivimos en la zona quedamos esperando lo que ofrecieron, hoy día vemos con dolor que lo poco que quedaba de este patrimonio histórico se desaparece en el olvido”, agregó Marcano.
Daniel Murolo – vía PDC
