Nos están pidiendo 3 mil dólares o lo matan», denuncia desesperada la hermana de Kelvis, joven paracoteño que estaría presuntamente secuestrado por mafias mexicanas en la frontera con EEUU.
Narra que el joven, junto a otros cinco venezolanos, decidió salir de Perú, país al que migró huyendo de la crisis en Venezuela, para dirigirse a los Estados Unidos.
«Logró cruzar el Darién y llegar a México, el pasado 28 de octubre fue secuestrado en Ciudad Juárez, son 14 días de agonía para su familia», narran allegados al joven.
A través del propio WhatsApp de Kelvis es que sus familiares se enteraron del secuestro. «Envían fotos y videos de él en el que piden 3 mil dólares a cambio de su vida».
Su hermana mayor, quien viven en Argentina, inició una campaña en redes para tratar de conseguir el dinero lo antes posible.
«Él, como muchos venezolanos, salió del país buscando una mejor vida. No es justo que después de haber cruzado la terrible selva del Darién con su limitación – pierna amputada – estos miserables quieran adueñarse de su vida», reseñó.
Entre el grupo de secuestrados se encontraría igualmente Roxana Lugo y su esposo, de El Valle, Caracas. Al igual que Kelvis permanecen en manos de delincuentes mexicanos desde finales del mes pasado.
Natalia Matamoros, periodista CEO de @es.palante canal informativo para venezolanos en México, dijo que utiliza las redes para alertar a los miles de migrantes sobre los peligros que atraviesan.
«Hemos publicado infografias de los sitios donde operan estas organizaciones en la frontera, así como testimonios de casos similares», reseñó Matamoros.
Francisco D’ Angelo, consultor jurídico de la Asociación Civil @Venemex.ac, dijo este viernes a #ElTequeño que manejan al menos unos 10 casos similares en los últimos meses.
«A las víctimas y familiares le pedimos no entregar dinero y dirigirse a los medios de comunicación y denunciar; deben explicar que son migrantes y no tienen dinero», reseñó desde ciudad de México.
Agregó que el problema es que, en medio del desespero, las familias pagan y se ha convertido en un negocio «sumamente lucrativo» para estas mafias.
Daniel Murolo
