Mientras continúan los arrestos masivos de sospechosos en El Salvador, el Congreso aprobó una reforma que eleva las condenas a líderes de las pandillas hasta a 45 años. Un niño de 12 años podrá estar en prisión diez años y los menores de 16 podrán ser condenados a 20 años.
La cruzada del Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, contra las pandillas salvadoreñas, que cumple su cuarto día consecutivo, dio este miércoles un paso más al aprobar el Congreso una serie de leyes que endurecen las penas de cárcel para los pandilleros. Mientras los diputados aprobaban los cambios en el código penal, en las calles proseguían las detenciones masivas de sospechosos. La decisión de modificar las penas se une al paquete de medidas puestas en marcha desde que el sábado fueron asesinadas más de 70 personas en zonas controladas por la MS-13, con el que Bukele decidió contraatacar.
La “guerra contra las pandillas” incluye más dinero para la policía, más años de cárcel para los pandilleros y más armamento para el Ejército. Una decisión tomada por la Asamblea en medio de un estado de excepción que limita algunos derechos fundamentales de la población.
Desde este jueves, pertenecer a algunas de las tres pandillas, MS-13, La 18 o la 18 Revolucionarios, estará penado con 30 años de cárcel, independientemente de que se le compruebe delito alguno al detenido. Si el pandillero es “cabecilla”, la pena será de 40 a 45 años. Antes de la reforma, la pertenencia a pandillas se castigaba con prisión de tres a cinco años o de seis a nueve años en el caso de los líderes. En el nuevo Código Penal, un niño de 12 años que pertenezca a una pandilla podrá estar en prisión hasta diez años y, si tiene menos de 16 años, podrá ser condenado hasta a 20 años de cárcel. “Hoy sí se castigará como se debe el pertenecer a las pandillas”, dijo Caleb Navarro, diputado del oficialista Nuevas Ideas.
El endurecimiento de las penas llega después de que el pasado domingo los diputados aprobaran el estado de excepción que restringe libertades y amplía los poderes de la policía y el Ejército, tras la ola de violencia que dejó 87 muertos. La reforma al Código Penal también establece que quienes “promuevan, ayuden, faciliten o favorezcan la conformación o permanencia en las agrupaciones” de pandillas recibirán una pena de 20 a 30 años de prisión.
Según las autoridades, las pandillas, que cuentan con unos 70.000 miembros, además de obtener dinero mediante las extorsiones, también se nutren financieramente de la droga, por lo que serán condenados a 20 años de cárcel los pandilleros traficantes de drogas.
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