La Unión Europa y los negociadores del Parlamento Europeo hicieron público un acuerdo que busca imponer un cargador único y universal para teléfonos inteligentes, tabletas y dispositivos portátiles.
La medida podría comenzar a regir a partir de 2024 y se espera que la nueva norma se imponga a todos esos aparatos un puerto USB-C.
Esta medida busca defender a los consumidores y limitar los desechos tóxicos, por lo que se tiene previsto evitar 11.000 toneladas al año de residuos electrónicos, según las estimaciones de la Comisión Europea.
El comisario europeo de Industria, el francés Thierry Breton, aplaudió el acuerdo alcanzado para usar un cargador único, asegurando que con ello “el interés general de la Unión Europea ha prevalecido”.