Chuwie, la historia del oso perezoso que inspiró una Ordenanza que protege a su especie

Redaccion El Tequeno

Juan Carlos sólo quería congraciarse con su esposa; aquella tarde de junio de 2020 – cuarentena flexible- regresaban de hacer algunas compras cuando a un lado de la vía observó lo que parecía ser un oso perezoso. 

«Le había hablado tanto a Haidee de las perezas que cuando vi una aparentemente herida en la vía, no dudé en detenerme», recuerda el hombre, sin pensar que aquella acción le cambiaría la vida. 

Al bajarse del vehículo, en la carretera que comunica Potrerito con San Antonio de los Altos, Juan Carlos vio a un hombre tomar el cuerpo inerte de un oso y colocarlo a los pies de un árbol adyacente a la vía.

«Nos dijo que la había arrollado una moto, efectivamente estaban las garras del animalito en el asfalto, pero mi esposo dudó de esa versión y al voltear hacia el árbol observó una línea de alta tensión», recuerda Haidee. Efectivamente el perezoso había recibido una fuerte descarga eléctrica.

Cuando pensaron en retirarse, repentinamente, el animal comenzó a moverse. «Dejarlo en ese sitio era su muerte segura, nosotros teníamos planes ese día de llevar a nuestros perros al veterinario por lo que no dudamos en meterlo en un saco y llevarlo con nosotros».

No estaban seguro de lo que hacían. Juan Carlos quería complacer a Haidee – con quien tenía pocos meses casado- y ella a su esposo, quien desde que la conoció le hablaba de los «increíble perezosos» que habitaban en los bosques cerca de su hogar.

«Un gesto de amor nos trajo hasta aquí», agrega entre risas el hombre desde la comodidad de la terraza de su casa donde, hace unos meses, construyó un «gimnasio de bambú» para el nuevo miembro de la familia.

Recuerdan la primera noche de Chuwie con ellos. Escribieron en un grupo de WhatsApp de la zona pidiendo ayuda, por esa vía les indicaron que debían alimentarlo con hojas de yagrumo.

«Estaba muy herido, había perdido las garras de una de sus patas delanteras, tenía expuestos los huesos, olía a pelo quemado y su lengua y boca estaban rojas», recuerdan.

Vía telefónica el médico les indicó que debían colocarle una crema con antibiótico. Al día siguiente en persona, el veterinario, tras examinarlo, les dijo: él les dirá si tiene «ganas de vivir» .

Aquella frase era mucho más esperanzadora que la recomendación hecha horas antes por un «experto en perezas» de Caracas a quien contactaron.

«Nos dijo: he rescatado miles de perezosos electrocutados y ninguno sobrevive, mañana cuando vayan al veterinario me llaman para indicar como lo van a sacrificar», recuerda Haidee, aun impactada por la ligereza de aquella recomendación. 

Al menos dos osos perezosos mueren electrocutados mensualmente en San Antonio de los Altos, según datos de Protección Civil. Un porcentaje menor fallece arrollados al intentar cruzar las vías.

El médico les aseguró que si recuperaba tres de sus cuatro extremidades afectadas por la descarga, podría ser liberado en dos meses. «Hicimos todo lo posible, pero no se pudo, perdió tres de sus garras, por lo que subirse a los árboles le resulta imposible». 

Ocho meses después, Chuwie sólo luce una de sus cuatro «manos», con ella se sujeta a los árboles e incluso le hace cariño a Seven, un perrito que desde el primer día lo acompaña en su nueva aventura.

«Como toda madre primeriza, pegaba gritos cada vez que Seven se le acercaba, me daba terror que pudiera resultar herido, hasta una tarde en la que una escena me dejó impactada», recuerda la mujer.

Aquel encuentro entre el oso y el perrito no sólo generó ternura en sus dueños, sino en miles de personas que, a través de las redes, disfrutaron del instante inmortalizado en una fotografía: Seven lamía las heridas de Chuwie, mientras éste lo acariciaba con su única garra.

Especie protegida 

La historia del perezoso llegó a la Cámara Municipal cuyo presidente, Julio Melo, reconocido animalista sanantoñero, no sólo lo visitó y conoció, sino que inspiró un artículo de la Ordenanza de Protección a la Fauna Doméstica y en Cautiverio en el que decretan al oso perezoso de tres dedos animal protegido en Los Salias. 

El perezoso constituyen un tercio de la biomasa de mamíferos en las selvas tropicales y han estado presentes en ellas unos 64 millones de años, sobreviviendo animales mucho más llamativos como los tigres de dientes de sable. 

«El día que fue aprobada esa ordenanza (diciembre 2020) Chuwie estuvo presente en el acto como invitado especial, fue un día mágico e increíble para nosotros», recuerda. 

Es tanto lo que Chuwie – nombre en honor al mítico personaje Chewbacca de Star Wars- les ha enseñado que esta pareja replanteó su futuro, ahora sueñan con poder concretar un refugio para perezas en las verdes montañas sanantoñeras.

Esperan cumplir con los requisitos que establece la ley para comenzar a recibir donaciones y avanzar en la construir del refugio. 

Por lo pronto Juan Carlos y Haidee atienden a través de las redes llamados de auxilio de personas que encuentran perezosos en peligro; mientras vigilan a Chuwie quien cumple 8 meses de renacido, 8 meses de «ganas de vivir». 

Chuwie tiene una silla de jardín – madera- en donde duerme. La reconoce entre muchas otras. Al caer la noche descansa dentro de la casa porque aún no han podido crearle un hábitat.

Daniel Murolo

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