Desde que Hugo Chávez impuso a Maduro como su sucesor, el oficialismo se encargó de mantener la imagen del presidente fallecido en el ideario venezolano, sin embargo, en los últimos meses, la dictadura ha estado borrando murales de su principal líder.
Prensa de Lara | Ana Uzcátegui
A rey muerto rey puesto. Así reza el refrán popular y es lo según analistas políticos está aplicando el presidente Nicolás Maduro en su gobierno. Cambiando súbitamente sus políticas cada vez más deslastradas del socialismo del siglo XXI, legado de Hugo Chávez Frías, quien gobernó al país por 15 años ganando con una mayoría aplastante tres elecciones presidenciales.
El gigantesco mural con los «ojos de Chávez», que decoraba la fachada del Banco de Venezuela en Caracas, fue borrado hace una semana. La intención principal ha estado orientada a cambiarle la imagen a la entidad financiera más grande del país. Pero desde que la fotografía tapando con pintura la icónica imagen que fue el centro de la campaña política presidencial de Chávez en 2012, se volvió viral en las redes sociales, no han parado de llover las críticas hacia el oficialismo.
Rodrigo Cabezas, exministro de Finanzas de Venezuela en 2008, considera que el cambio de los colores de este banco obedece a la intención del Gobierno de captar inversionistas privados, porque del 5 al 10% de sus acciones serán vendidas en la Bolsa de Valores de Caracas. Pero Nicmer Evans, politólogo y también disidente del oficialismo, considera que lo del Banco de Venezuela es sólo la punta del iceberg de la cantidad de cambios políticos y económicos que viene implementando Maduro desde 2013.
«Maduro necesita desaparecer de la faz del imaginario colectivo a Chávez y tratar de reempaquetarlo como un referente distante que ya no tiene nada que decir al chavismo en cuanto a la realidad política, económica y social actual. En los últimos nueve años Nicolás Maduro no ha cumplido ni el 1% de las cosas que Chávez le dejó encomendado», expresó Evans.
Recordó que el 20 de octubre de 2012, en el discurso de Hugo Chávez, denominado «Golpe de Timón», dio las directrices para que la revolución bolivariana permaneciera en el poder y a su criterio nada se ha cumplido. «Chávez allí le dejó expresamente a Maduro que tenía que eliminar al Ministerio de Comunas y este gabinete sigue existiendo. Le encomendó potenciar el Poder Popular y hoy lo que menos tiene influencia en el Gobierno es el llamado Poder Popular. También dijo que había que priorizar la defensa del salario de los trabajadores y Maduro se encargó de expropiar los salarios. Chávez dijo que había que luchar contra el imperialismo y Maduro todos los días sale a rogarle al gobierno de Joe Biden, presidente de Estados Unidos para reunirse con él», argumentó.
El cambio más radical que diferencia a años luz las políticas Chávez de las de Maduro, ha sido permitir la dolarización de la economía desde 2018. «Con Hugo Chávez eso hubiese sido imposible pensarlo, hubiese sido asumido como una derrota político económica, y Maduro permitió semi-dolarizar la economía sin ningún complejo, incluso en 2020 se atrevió a pedir un préstamo al Fondo Monetario Internacional, lo que pasa es que el FMI no lo aceptó porque como presidente no tiene ninguna credibilidad para pedir préstamos en el sistema financiero mundial», señaló
Busca ser un líder
Según el politólogo Horacio Zavala, los cambios más notables del gobierno de Maduro en cuanto a su imagen se vienen desarrollando desde las elecciones de noviembre de 2021, cuando la militancia del PSUV dejó de utilizar el color rojo del partido en los mítines políticos. En ese mismo mes se empezó a transmitir por Venezolana de Televisión el comic de Súper Bigote, un súper héroe que hace creer hasta a la audiencia infantil, que Maduro en sus dos gobiernos ha resistido y vencido cada unos de los atentados de la oposición y la Casa Blanca.
«No hay dudas que Maduro lo que está es desarrollando es su propia imagen. Por cierto ese Súper Bigote tiene una cosa muy mala y es que todo lo arregla a los golpes, no resuelve los problemas dialogando. Lo que transmite la caricatura es que Maduro es el que manda, da órdenes, golpea y no discute con nadie porque es superior a los demás. Es el Superman tercermundista que busca lavarle el cerebro a los niños», denunció Zavala.
A su criterio si en el pasado Chávez trataba de hacer creer a su militancia que él era el más grande defensor del padre de la patria Simón Bolívar, Super Bigote vende ahora da la idea de ser el «salvador del país».
«Maduro se convirtió en un pragmático en los temas de gobierno y el legado de Chávez se convirtió para él en un fardo muy pesado. Ha implementado sus políticas propias que han sido aconsejadas por sus asesores en virtud del fracaso del socialismo del siglo XXI». Esa es la opinión de José Gregorio Zaa, experto electoral, quien considera que el actual presidente está tomando su propio vuelo, tiene ahora características propias.
«Los aliados del madurismo abarcan no sólo al gabinete de gobierno, todos los rincones del PSUV, la mayoría de las gobernaciones y alcaldías del país», comunicó Zaa.
Horacio Zavala, precisó que otro de las acciones contundentes que revelan que el Gobierno está cambiando, fue cuando Maduro impuso la candidatura a la gobernación de Barinas de Jorge Arreaza, excanciller de la República. Perdiendo estos comicios con el 55,37%, la familia Chávez que tenía más de 20 años gobernando el estado llanero, fue sacada definitivamente del poder.
El politólogo comentó que en los primeros años de muerto de Chávez, el PSUV se valió del dolor de su militancia para movilizarlos a votar y ganar elecciones, pero esa estrategia se agotó. «El chavismo se dio cuenta que no pueden sacarle más jugo a la muerte y legado de Chávez, tienen que crear un nuevo héroe que sustituya al ya fallecido», soltó.
Para Rodrigo Cabezas, economista, el haber borrado los «ojos de Chávez», en la sede del Banco de Venezuela, en Caracas, más que una estrategia política es económica.
«No le doy transcendencia el haber quitado un mural en el Banco de Venezuela. Es probable que como lo tienen que llevar a la Bolsa de Valores de Caracas para vender el 5% o el 10% de sus acciones, posiblemente busquen blindar la imagen para hacer creer que de verdad es una institución financiera no partidizada», expresó.
A su criterio el gobierno de Maduro no ha abandonado la narrativa ni el legado de Hugo Chávez, porque sigue siendo un arma para convencer a su militancia de votar.
«Yo no creo que el madurismo haya abandonado la narrativa según la cual se refiere a la vida, obra y recuerdo de Hugo Chávez. Lo que observo en su discurso, en lo que transmiten a la clase electoral que aún le queda al PSUV, en las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (UBCH), en las misiones, está sustentado en el supuesto legado de Hugo Chávez. Es decir, para intentar comunicarse con las grandes masas populares, los dirigentes del PSUV siguen utilizando la figura dogmática de Hugo Chávez. Van a seguir utilizando a Chávez porque aunque son dos tiempos totalmente distintos, desde 2013 para acá los venezolanos hemos vivido una verdadera tragedia económica», exclamó.
Según el politólogo Nicmer Evans, tratar de darle una imagen más neutral al Banco de Venezuela es una trampa «cazabobos», para empresarios incautos.
«Países serios nunca van a identificar sus instituciones financieras con propaganda y proselitismo de un partido, porque los ojos de Chávez son parte integral de la imagen del PSUV ante el Poder Electoral por lo tanto es propaganda electoral lo que se coloca en las instituciones venezolanas. Entonces esta vuelta a una imagen corporativa despartirizada es una trampa cazabobos. Porque además por más que tú borres los ojos lo que ha quedado dentro de esas instituciones es un fascismo financiero y comercial que selecciona a quién y con quién va a hacer transacciones comerciales», refirió.
Cambios dejan divisiones
Luego de las elecciones presidenciales de mayo 2018, el Gobierno ha enfrentado divisiones internas dentro de los partidos de izquierda que integran el Gran Polo Patriótico. Organizaciones políticas como el partido Patria Para Todos, Tupamaro, Podemos, Redes y MVR 200 fueron judicializadas en 2020 por mostrar su descontento con las políticas económicas implementadas por Nicolás Maduro y han sido intervenidas por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Elam Pacheco, presidente del Partido Comunista de Venezuela (PCV) en Lara, afirma que está organización a pesar de no haber sido intervenida por el máximo tribunal, sus dirigentes han sido perseguidos por opinar en contra del Gobierno.
«El presidente Maduro aplica un programa neoliberal, capitalista. Su propósito es crear alianzas con los sectores multinacionales y para eso ha aprobado la Asamblea Nacional 2020 la Ley Antibloqueo, una normativa que le permite al Gobierno vender activos de la República sin transparencia para el país», expresó.
Se impone como único candidato
Según José Gregorio Zaa, experto electoral, con los cambios que ha hecho Maduro en su gobierno busca mejorar su imagen arrancando una abierta campaña política.
«Maduro se impone como candidato del PSUV, ni Diosdado Cabello ni ningún otro candidato tienen posibilidad de ser aspirante a las presidenciales 2024. Es por eso que quienes no comulgan con las políticas ideológicas que sigue Maduro le hacen observaciones muy duras por el destino del poder», expresó.
Otras figuras que han sido evaluadas en encuestas que se refieren a futuros candidatos del PSUV, han sido Rafael Lacava, gobernador de Carabobo, Jorge y Delcy Rodríguez.
En 9 años aumentó la represión
El politólogo Nicmer Evans, destacó que en los dos gobiernos de Maduro, las políticas de represión contra la oposición se incrementaron. Hoy hay más de 200 presos políticos y funcionarios del Gobierno son investigados por delitos de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional.
«Se ha profundizado el terrorismo de Estado y las violaciones de Derechos Humanos. Chávez era un hombre autoritario pero muy tímido en relación con el tema de aplicación de todo este tipo de acciones sanguinarias, violentas que ha profundizado Maduro en los últimos años para poder preservar el poder», manifestó.