Horror. Ese fue el sentimiento que desbordó a Jennys Mora al escuchar decir a su hija mayor que no encontraba a su otra hija, Jennifer Paola Mora Sánchez. Más de 5 años después, la sensación no se va, pues sigue desaparecida.
Fue el domingo 20 de noviembre del 2016 cuando las hijas de Jennys fueron junto a un grupo de ocho amigos al balneario El Bohío en la ciudad de Puerto Ordaz, estado Bolívar.
«En principio no quería que fueran porque ya pasaba del mediodía y cuando llegaron a buscarlas y vi al grupo de personas me dieron mala espina, sentí algo desagradable», recordó Jennys, quién entonces tenía 7 meses de embarazo de gemelas.
El día transcurría y a Jennys no se le iba la angustia, por lo que tras inyectarse para madurar los pulmones de sus gemelas, buscó a su mamá y fue al balneario a recoger a sus hijas.
«Yo estaba intranquila, como desesperada por ver a mis muchachas. Mientras estacionaba todos los visitantes iban de salida y de pronto vi a mi hija mayor y al preguntarle por Paola me respondió que no la encontraba. Grité y de inmediato comencé a buscarla», agregó.
La última vez que fue vista, se dirigió al baño, por lo cual fue el primer lugar a inspeccionar. En medio del llanto, Jennys pidió ayuda en un puesto policial, donde fue ignorada, y luego reportó la situación a unos efectivos de la Guardia Nacional que la acompañaron a recorrer el lugar hasta la medianoche.
Sin poder dormir, acudió al Cicpc, donde le dijeron que no podían hacer nada hasta que transcurrieran 72 horas de la desaparición.
El tiempo pasó, la denuncia se presentó pero el caso no avanzó, pese que Jennys informó que en el balneario había otra muchacha que tenía rivalidad con su hija y tenía antecedentes.
«Incluso, un mes después de la desaparición de Paola, escuché por una emisora de radio que esa joven estaba involucrada en el robo de un vehículo y había resultado herida de bala. La detuvieron en Puerto Ordaz y entonces aproveché de proponer, una vez más, que la interrogaran y me ignoraron de nuevo, hasta que fue liberada».
A más de 5 años de la desaparición de Jennifer Paola Mora, y con todos los testigos fuera del país, no han ofrecido ni una pista, por lo que solicita al Fiscal General de la República, Tarek William Saab «que aplique la mano de hierro en Bolívar, donde la misma semana cuando desapareció mi hija, desaparecieron otras dos jovencitas».
–Pido que investiguen a los funcionarios del Cicpc que tomaron mi caso porque me han peloteado, me llegaron a decir ‘vamos a ponerle cariño al caso de la muchachita porque esta mujer nos va a parir aquí’, así como ‘tranquila que muerta no está o ya nosotros sabríamos’. Y cada vez que voy me sale un funcionario nuevo que me pide que le cuente todo: me están revictimizando una y otra vez sin piedad.
Igualmente denunció que una funcionaria del Cicpc le pidió un documento de identidad de su hija y como estaba tramitando la cédula le llevó el pasaporte, «resulta que ahora no aparece y de paso lo quitaron hasta del sistema del Saime, por lo cual es evidente que saben más de lo que dicen».
Pese a las circunstancias, Jennys no desiste en su búsqueda «porque yo siento conexión con mi hija. La sueño constantemente y se que ahora está más tranquila. En sueños me dice ‘mamá estoy cerca'».
Su batalla ha sido menos dura gracias al apoyo de Manuela Pérez, madre de Adriana Urquiola, joven asesinada en el 2014 en Los Teques. «Su experiencia y apoyo me han permitido seguir adelante y no dejar que engaveten el caso y gane la impunidad».
Aclaratoria
La entrevista fue propicia para que Jennys aclarara que la abogada Jamileth Carvajal no está a cargo del caso. «No cuento con abogados, por lo que me parece una falta de respeto que algunas personas quieran figurar con el caso de mi hija, porque lo que pueden es entorpecer el incluso ralentizar aún más la investigación».
Johana Rodríguez