Andrés Mujica lleva diez años repartiendo agua en Los Teques. Diez años menos quince días. Los que lleva sin poder trabajar por la falta de gasolina que se agudiza en los Altos Mirandinos, ante el silencio del gobierno.
El joven cumplía este lunes cuatro días en la cola de la carretera Panamericana, «acá estamos cientos de venezolanos llevando sol y hambre, en medio de una cuarentena que lamentablemente nadie cumple porque deben sobrevivir».
Asegura que el distanciamiento social sólo existe en la mente del gobierno e invitó a los voceros del régimen a darse una vuelta por la Panamericana o el centro de Los Teques para que vean la verdad, «la necesidad nos tiene en la calle», sentencia.
Muchos temen que el desabastecimiento de gasolina impida la distribución de alimentos a supermercados o a la movilización de vehículos imprescindibles para el mínimo funcionamiento del país, mientras prolifera la venta ilegal de gasolina y las estampas de esperas interminables en las estaciones de servicio no suelen tener final feliz. En ocasiones, puede llegar a ser violento.
De hecho la situación ya generó el retraso en el proceso de recolección de basura en la zona y la paralización de patrullas y ambulancias, según denuncia de alcaldes locales.
«Comencé hacer la cola hoy, no tengo certeza de cuando echaré», reseñaba Antonio López, quien deberá dormir los próximos días dentro de un carro en la referida arteria víal.
En su radio sintoniza las declaraciones de un funcionario publique que habla de un tema que no es el que – según López- le interesa a los venezolanos. «Queremos saber cuándo llegará la gasolina, cuándo pondrán el agua, cuándo dejará de irse la luz o qué están haciendo para frenar la inflación. Aburren sus historias fantásticas que sólo buscan desviar la tragedia que vivimos», puntualizó.
Redacción El Tequeño
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