Especialista afirma que no hay condiciones para enseñar a niños con autismo en Venezuela

Redaccion El Tequeno

En Venezuela los niños con autismo se encuentran en un limbo. Son rechazados por algunos colegios privados que consideran no tener las capacidades para integrarlos al sistema. Mientras tanto, la educación pública parece no tener condiciones adecuadas para proporcionar herramientas a las personas con autismo, según especialistas.

Tras conocer los casos dramáticos de rechazo institucional sistemático de Ernesto, Andrés y Juan Pablo, tres niños con autismo que deseaban ser admitidos en colegios privados, Efecto Cocuyo entrevistó a la profesora Sylvia Silva Sánchez, especialista en el tema.

Silva es profesora, directora del Centro de Estudios para la Discapacidad y coordinadora de la Especialización en Atención Psicoeducativa del Autismo en la Universidad Monteávila, que conduce programas de postgrado y diplomados de Trastorno del Espectro Autista (TEA). Según la misma, el sistema educativo “no brinda las condiciones para atender las necesidades educativas de nuestra población infantil y juvenil con o sin discapacidad”, pero impacta de forma más negativa a los jóvenes dentro del espectro, que se ven afectados por las interrupciones constantes en la educación pública.

La docente también explicó que cuando los centros educativos desconocen esta condición “muchas veces se generan los miedos que están encubiertos en las respuestas de rechazo”.

“El autismo es un trastorno neurobiológico del desarrollo, que acompaña la vida de algunas personas, y que se presenta de una forma variada en cada uno de ellos. Esto explica que sus necesidades educativas sean también diversas”, dijo Silva.

En Venezuela no existen estadísticas oficiales sobre la cantidad de  personas con autismo. Los especialistas toman la referencia de Estados Unidos, donde 1 de cada 59 personas nace con autismo.

Según Silva Sánchez los docentes venezolanos reportan que la presencia de estudiantes con TEA es cada vez más numerosa en las aulas de clases. Sin embargo, en el país solo en la Universidad Monte Ávila se forman a docentes para atender este trastorno.

-En la actualidad, ¿están dadas las condiciones en el sistema educativo público para atender las necesidades de un niño autista?

-En el sector público del sistema educativo encontramos espacios y experiencias que no son tan favorables para la inclusión de esta población, como por ejemplo la falta de estructura y sistematización: las rutinas que ellos requieren son frecuentemente interrumpidas por factores como la falta de agua, de luz y hasta de maestros, por mencionar tan solo un aspecto cotidiano. Creo que en los actuales momentos que vive el país el sistema no brinda las condiciones para atender las necesidades educativas de nuestra población infantil y juvenil con o sin discapacidad, con o sin autismo. De manera que el reto que se les presenta a los maestros, que quedan al frente de sus aulas y a las familias, es grande.

-¿Considera que exista un rechazo sistemático de la educación privada a tomar el reto de educar a jóvenes con este trastorno? ¿En qué edades o situaciones se nota más esto?  

-El rechazo o la apertura para asumir esta experiencia educativa no depende de que el sector sea público o privado. Cuando hay desconocimiento sobre esta condición, tienden a prevalecer las falsas creencias y mitos que suelen surgir ante lo que es poco común, y muchas veces se generan los miedos que están encubiertos en las respuestas de rechazo. Eso ha sucedido desde hace mucho tiempo con los estudiantes con discapacidades como el Síndrome de Down, por ejemplo, o con discapacidad visual o auditiva; hoy en día hay mucha más información y formación también sobre estas condiciones, se ha recorrido un camino largo de experiencias positivas y otras no tanto, que han logrado influir y cambias los paradigmas de prejuicios y rechazos hacia ellos.

Las personas con autismo no son la excepción. Es una de las condiciones de más reciente aparición y de más rápido crecimiento, por lo tanto nos ha impactado con más contundencia. Quizás en el sector público hay una especie de “aceptación impuesta”, no pueden negarse a inscribirlos aunque realmente no estén de acuerdo; y en el sector privado pareciera manejarse unos “condicionantes”: si tiene tutora, si posee atención paralela… Y esto lo que revela es que tampoco están de acuerdo.

En ambos sectores afortunadamente hay excepciones, y éstas están determinadas por el personal, su formación y la cultura inclusiva que comparten. Además, últimamente se observa que hay una mayor conciencia en la población por la garantía de sus derechos, de manera que también hay mayor exigencia por su cumplimiento sobre todo de parte de las familias, en quienes recae el gran esfuerzo por lograr el ingreso y la permanencia de sus hijos dentro del sistema educativo.

¿Cuándo es recomendable que el niño asista a un centro especializado y cuándo es más recomendable que asista a otro centro de educación?

-Lo más recomendable siempre será que el niño con autismo comparta los mismos espacios educativos de otros niños de su misma edad. Aquí en Venezuela se maneja el modelo de integración escolar, por lo cual, aquellos niños con autismo cuyas características les permitan beneficiarse del currículo de la educación regular, podrán ser integrados en los preescolares, escuelas y liceos; y aquellos otros que requieren más apoyos, se incorporan a la modalidad de educación especial.

Esto es lo que se establece en los lineamientos del Ministerio de Educación. El modelo de inclusión educativa que se plantea en la Convención sobre los Derechos de las personas con Discapacidad (ONU), no es una realidad concreta en nuestro país para los niños con cualquier tipo de discapacidad; existen solamente algunas experiencias aisladas.

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