Aunque en años anteriores se veían a los larenses buscando la ropa interior amarilla y comprando las uvas para pedir los deseos, este año para algunos estas tradiciones fueron puestas a un lado debido a las fallas en los servicios que afectan a las comunidades y reducen el poder adquisitivo.
«Las fallas en los servicios públicos han hecho que no prestemos atención a estas tradiciones, porque tenemos que ocuparnos de resolver las carencias que tenemos como comunidad», dijo Luis Montilla, quien vive al noreste de la ciudad.
Una opinión similar fue compartida por Omar Salas, quien aseguró que antes en su comunidad que es Tierra Negra colocaban luces y adornaban las calles, pero este año no se pudo.
«Antes se colocaban luces y se adornaban las calles, pero tenemos tantas dificultades en la comunidad que no se pudieron colocar», aseguró.
Aunque hay personas que sí van a cumplir con el rito de la ropa interior amarilla, el conseguirla no es tarea sencilla, puesto que no habría tanta variedad en los establecimientos comerciales y que además son muy pocos los que las ofrecen.
En el centro de la ciudad de Barquisimeto la mayoría de tiendas que venden ropa interior no tienen ropa amarilla exhibida, y las pocas que las tienen cuestan entre 1 y 3 dólares las pantys, mientras que los sostenes se consiguen entre 1 y 5 dólares, dependiendo el modelo.
En cuanto a las uvas, larenses comentan que como esta tiene un precio muy alto tampoco harán este ritual, puesto que un kilo de uvas importadas cuesta alrededor de 15 dólares, mientras que las criollas sean moradas o verdes cuestan 6 dólares cada kilo.