El escritorio de Susana Barreiros no guarda ninguna diferencia con el que ella tenía en el Palacio de Justicia de Caracas cuando era titular del Tribunal 28 de Juicio del Área Metropolitana de Caracas, donde se solapaban documentos encarpetados, hojas sueltas, libros marcados con papelitos amarillos y ejemplares de códigos.
Y cuando estuvo en ese cargo de jueza, a Barreiros le tocó presidir el juicio contra Leopoldo López, señalado por el Ministerio Público como el principal instigador de las protestas violentas iniciadas en febrero de 2014. Fue ella quien el 10 de septiembre de 2015 le impuso la condena al dirigente político de Voluntad Popular de 13 años, nueve meses, siete días y 12 horas.
Lo hizo tras encontrarlo culpable de tres delitos: instigación pública, daños a la propiedad y asociación para delinquir. “Fui justa al imponer esa condena”, comentó la ex jueza en una entrevista concedida a Últimas Noticias.
Ahora como abogada privada, sin esas limitaciones derivadas del cargo de jueza o defensora pública general, Barreiro se atreve a emitir opinión sobre los procesos judiciales en curso informados en las últimas horas y que involucran a funcionarios públicos y empresarios privados en cinco tramas de corrupción, tal como los describe el Ministerio Público.
—A propósito de Leopoldo López, a quien usted condenó por instigación pública, entre otros delitos, lo hemos visto recientemente solicitando mantener y profundizar las sanciones contra Venezuela. ¿Qué opina?
—Claro ya el primer caso se cerró; habría que abrir una causa nueva. Considero que ese sujeto es un inmoral, porque una persona que fue sancionada por la perpetración de unos delitos, habiéndosele acreditada su responsabilidad, no cumplió con esa sanción porque se evadió. Entonces, con qué moral viene él a pedir que se le implemente una sanción y menos a nuestro Estado venezolano que es independiente. Nosotros no tenemos por qué sucumbir a presiones extranjeras y mucho menos solicitada por una persona apátrida por demás, porque esas sanciones van a afectar a todo el pueblo venezolano.
—Entiendo que usted es de la idea de abrirle un nuevo proceso penal a Leopoldo López por esas recientes acciones donde pide sanciones contra Venezuela. ¿Por cuáles delitos?
—Claro. Es un hecho público. Incitación al odio. Eso es lo que él está haciendo ahorita. Y lo vemos cuando, lamentablemente sabemos de ciudadanos venezolanos que son acechados en el extranjero, son atacados única y exclusivamente por ser venezolanos.
—¿Por qué a Leopoldo López no se le sancionó por su presunta responsabilidad en las muertes acaecidas durante las protestas del año 2014 impulsadas por ese dirigente?
—Eso no ocurrió porque el Ministerio Público tuvo el beneplácito de solicitar la orden de aprehensión el 12 de febrero de 2014 por homicidio intencional calificado, instigación a delinquir, delito de intimidación pública, incendio a edificio público, daños a la propiedad, lesiones leves y asociación para delinquir. Pero luego cambio esos delitos.
—¿Y qué pasó después de solicitar esa orden de aprehensión?
—Aclaremos algo, porque aquí hay una falsa teoría de que él se puso a derecho. Él no se entregó, él fue aprehendido el 14 de febrero de 2014 en la Plaza Brión de Chacaito. Él no acudió a ningún ente del Estado a presentarse en virtud de la orden de aprehensión, él acudió a una plaza pública donde fue aprehendido.
—¿Y Fiscalía mantuvo los delitos por los cuales pidió la aprehensión?
—Cuando el Ministerio Público pide la orden de aprehensión por todos esos delitos graves, de manera extraña, a los tres días de haber sido capturado, la Fiscalía dijo en la audiencia de presentación, ‘luego de una exhaustiva investigación consideró prudente cambiar la calificación jurídica’ y solamente imputó instigación pública, daños a la propiedad y asociación para delinquir.
—¿Cuál fue la justificación del Ministerio Público para dejar de imputarle homicidio, que era uno de los delitos por los cuales había solicitado la orden de aprehensión?
—Solamente estableció eso en el acta, lo cual me llamó poderosamente la atención que en tan solo dos días, el fiscal Franklin Nieves menciona que en audiencia de presentación que luego de una exhaustiva investigación, decidió quitar la mayoría de los delitos. Es decir, él no necesito de los 30 días que daba el Código Orgánico Procesal Penal (Copp) para investigar. Le bastaron dos días para atribuirle a López los delitos menos graves por los cuales fue procesado.
—¿Habían elementos para procesar penalmente a López por homicidio?
—Si habían. Pero el tribunal de juicio a mi cargo no podía pronunciarse sobre delitos que no fueron imputados.
—¿Por qué 13 años de condena?
—Fui justa, tomé el término medio. El Copp establece que uno para dictar sentencia puede tomar el término mínimo de la pena, medio o máximo. Yo lo condene al término medio.
—¿Cuáles fueron las principales pruebas que llevó Fiscalía contra Leopoldo López?
—Una, el panfleto llamado La Salida que ellos publicaron por las redes sociales. Un experto explicó en el juicio que el orden en que estaba establecido La Salida lo principal era la toma del poder político y lo último era el pueblo. El experto denoto que el interés supremo de ellos era el poder político.
—¿Y en cuanto a los testigos?
—Hubo uno de los acusados que declaró en el juicio así: doctora lamentablemente usted sabe cómo son los políticos, allí lo llaman a uno para hacer frente y ellos siempre se quedan atrás. De hecho, avisan que Leopoldo fue el último que llegó ese día a la concentración. Siempre estuvimos al frente pero nos dimos cuenta que ninguno de los dirigentes políticos estaba al lado de nosotros, nos utilizaron. Eso lo declaró un acusado.
—¿Qué respondió López?
—Que él no tenía responsabilidad de eso, que los estudiantes salieron para conmemorar el día de la Juventud. Es decir, si hacemos una análisis de eso, es culpa de los estudiantes, no de él.
—El fiscal Franklin Nieves, uno de los acusadores, huyó de Venezuela.
—Lo que sí me quedó claro a mi desde el día uno de ese juicio es que el Ministerio Público estaba del lado de la defensa y lo corroboro porque cada vez que el doctor Franklin Nieves tomaba la apalabra en las sesiones de juicio, exponía de una manera temblorosa. Me llamaba la atención porque él llevaba los casos delicados investigados por Fiscalía. Mucho nervio en el juicio, muy tembloroso, por eso quedé sorprendida cuando lo veo hablando fuera de Venezuela de una manera tan firme; aquí no tenía la seguridad con la que pretende hacerse ver.
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