El Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) acordaron realizar una reunión extraordinaria en Venezuela para intentar superar las crecientes tensiones generadas durante los últimos días, y que han colocado en ‘crisis’ los diálogos de paz que ambas partes adelantan desde el año pasado.
El encuentro, que ya fue confirmado por la delegación del ELN, está pautado para este miércoles y, entre los temas que se abordarán –según detalló el grupo guerrillero–, están establecer «claridades para superar la crisis generada» y tratar de avanzar hacia «la continuidad armónica del segundo ciclo» de conversaciones.
Los roces entre el Gobierno y la guerrilla se avivaron luego de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunciara el pasado 31 de diciembre que varios grupos armados irregulares, entre ellos el ELN, habían acordado un cese al fuego bilateral como parte del proceso de encaminar al país a la ansiada «paz total».
Casi inmediatamente el grupo insurgente negó que hubiese discutido esa medida con el Gobierno y denunció que el anuncio violaba lo pactado en diciembre en Caracas, por lo que consideraban que el diálogo había entrado en crisis. Sin embargo, mostraron disposición a examinar la propuesta, pero durante el segundo ciclo de conversaciones previsto a realizarse en México a mediados de febrero.
Pero las tensiones siguieron escalando. Ante la negativa del grupo armado de cesar hostilidades, Petro emitió un decreto para reanudar los operativos militares y policiales contra el ELN, que estaban suspendidos, y días después lanzó un ultimátum.
¿Qué han dicho los protagonistas?
«O el camino del padre Camilo Torres Restrepo o el camino de Pablo Escobar«, fueron las palabras de Petro para exigir a la guerrilla que decidiera hacia donde transitar en medio de las tensiones.
La declaración del mandatario surgió a raíz de un comentario en Twitter a declaraciones del presidente del Congreso colombiano, Roy Barreras, quien advirtió a los insurgentes que tenían una oportunidad que no podían perder y que les permitiría decidir, si pasar a la historia como «constructores de la paz» o «como una guerrilla que se degeneró en narcotráfico y que terminó solo aportando dolor, muerte y secuestro».
En medio de las fricciones, el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, aclaró que el segundo ciclo de diálogos de conversaciones con la guerrilla se haría en México y «en los tiempos previstos por las partes», por lo que se hizo un llamado a «evitar especulaciones» sobre una posible suspensión del proceso.
Por su parte, Antonio García, primer comandante del ELN, quien respondió a los señalamientos del Gobierno y aclaró que la guerrilla no tenía disyuntivas ni vínculos con el narcotráfico, se pronunció en un tono conciliador y resumió la crisis que sufre la mesa de diálogo.
El líder guerrillero reiteró que la situación surgió cuando se incumplieron «procedimientos» acordados y se hizo público «un supuesto acuerdo que no existió». Al respecto, insistió: «Los errores y las crisis no son malos, evidencian que somos humanos y nos equivocamos. Por tanto, debe reconocerse el error y rectificarse».
García agregó que del lado del ELN no se han cometido descuidos y por ello estimó que «no sería bueno dejar pasar ese error del gobierno», sino «hacerlo ver y rectificar». «Para nada es una estrategia del ELN, menos estamos buscando cobrar cuentas», agregó.
En cuanto a la reunión extraordinaria, el jefe del ELN dijo que en ese encuentro las partes van a «revisar lo acontecido en la Mesa, en presencia de Garantes y Acompañantes Permanentes», y recalcó que los participantes del diálogo tienen «la madurez de analizar lo sucedido y retomar el camino acordado en diciembre. En los próximos días realizaremos la Reunión Extraordinaria, confiamos que saldrá bien».
«Una reunión muy importante»
Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia para los Diálogos de Paz con el ELN, declaró al medio local Blu Radio que el hecho de que ambas partes coincidieran en realizar el encuentro extraordinario antes del nuevo ciclo de conversaciones en México, eleva el nivel de importancia de esa reunión.
«Esta es una reunión muy importante, de la voluntad expresada por ambas partes de continuar en el proceso de buscar caminos para dar salida a distintas situaciones que se han presentado», comentó el vocero de la iglesia, tras calificar la cita como «una buena señal de voluntad» para avanzar y diseñar soluciones a los problemas que han surgido.
«Creo que toda negociación pasa por situaciones donde se requieren de aclaraciones, donde se requieren ajustes. Toda negociación pasa por momentos en los que hay que revisar el recorrido y esto es normal», indicó Henao.
Sobre los temas que podrían abordar, Henao indicó que ese es un asunto que deben definir las partes, pero resaltó que hay «un ambiente propositivo».
«Lo importante es que se llegue con ambiente de mayor apertura posible y creo que en esta entrando en un ambiente bastante positivo para encontrar salidas», agregó el líder religioso sobre la cita.