Un hombre y un adolescente de 15 años de edad fueron hallados muertos en un terreno baldío del kilómetro 2 de la carretera Panamericana, en sentido hacia Los Teques.
El cuerpo del adulto tenía ocho impactos de proyectil desde los pies hasta la espalda, además de un tiro de gracia en la cabeza, indicaron parientes este martes, en la morgue de Bello Monte. El adolescente recibió seis tiros entre la cabeza y el tórax.
El adulto fue identificado como Armando José Hernández Farías, un carpintero de 31 años de edad, quien fue visto por última vez con vida en horas de la tarde del miércoles 14, cuando salió de una misa evangélica celebrada en un local del centro comercial Coche.
«El pastor de la iglesia lo acompañó para que abordara el bus hacia La Rinconada, pues vivía en el urbanismo Misión Vivienda Cacique Tiuna, donde también trabajaba como carpintero», mencionaron sus parientes.
Pero Hernández Farías nunca llegó a su casa. Al día siguiente, sus familiares acudieron a la sede central de la policía científica para reportar la desaparición.
Sin embargo, a las 2:00 am de ese jueves, ya el cadáver de Hernández Farías había ingresado a la morgue de Bello Monte. Lo levantaron funcionarios del organismo detectivesco, junto al del joven.
«No tenía documentos de identidad, porque había dejado su billetera en la carpintería», mencionó un pariente.
El adolescente fue identificado como Yerson Yohander Gudiño Veitia. Vivía en Cochecito y también salió el miércoles para encontrase con un amigo.
Familiares recordaron que recibieron una llamada telefónica de un hombre para avisar sobre la muerte del menor.
Fuentes ligadas a la investigación del doble homicidio no descartan que ambos casos estén vinculados a bandas delictivas de la zona donde hallaron los cuerpos.
Vía: Rosibel González
