Jameela Jamil, la actriz y activista inglesa que se convirtió en la enemiga pública de las Kardashians

Redaccion El Tequeno

La lucha contra sus problemas de salud ha sido la marca que, lejos de impedirle conquistar sus sueños, le dio la fortaleza para imponer sus convicciones. Nacida con una pérdida parcial de la capacidad auditiva y síndrome de Ehlers-Danlos, Jameela Jamil es celíaca, tuvo trastornos de la alimentación y sufrió un fuerte accidente automovilístico que daño su espina dorsal, hecho que según sus palabras la “salvó” en el momento más difícil de su vida.

Por infobae.com

Comenzó su carrera como modelo en su Londres natal y luego probó suerte con la conducción de algunos programas menores de televisión, hasta que hizo historia convirtiéndose en la primera presentadora mujer del programa The Official Chart Show de la prestigiosa BBC Radio 1 inglesa. Sin temor a tomar nuevos rumbos, debutó como actriz en la serie de la NBC The Good Place y su nombre se hizo conocido en todo el mundo. Necesitaba esta exposición para darle mayor difusión a su causa en contra de las famosas que promueven estereotipos de belleza irreales y productos para perder peso, lo que le ha costado más de una enemistad pública, con el clan Kardashian a la cabeza.

La tragedia que cambió todo

Jameela, nacida el 25 de febrero de 1986, guarda con tristeza los recuerdos de sus primeros años en el colegio, a raíz de haber sido víctima de bullying y discriminación por su color de piel y sus raíces hindúes y pakistaníes. “Crecer en los ’90 era muy malo por el racismo que había en Inglaterra. Me decían ‘paki’ todos los días de mi vida y había niños que literalmente me pegaban con raquetas de tenis. Era la única niña con raíces asiáticas en el curso. Fui víctima de discriminación, principalmente de parte de niñas caucásicas. Creo que no me respetaban y me tenían miedo porque era diferente, pero no lo soy: tan solo tengo otro nivel de melanina en la piel”, contó la actriz en una entrevista con el programa de la BBC HARDTalk.

Mientras tanto tenía que lidiar con distintos problemas de salud. Nació con laberintitis, lo que provocó que en sus primeros años de vida tuviera que “entrar y salir del hospital regularmente” por las infecciones en sus oídos, y que al día de hoy tenga un 70 por ciento de audición en su oído izquierdo y 50 por ciento en el derecho. Tiene fuertes alergias y celiaquía, además de colesterol alto, presión sanguínea baja y síndrome de Ehlers-Danlos, un trastorno que le provocó serios problemas en las articulaciones y la piel.

Pero el desafío más difícil para ella, según su testimonio, fue luchar contra la anorexia nerviosa durante la adolescencia. “Por aquel entonces en los medios se decían muchas cosas peligrosas como que ‘nada se siente mejor que ser delgado’ y había actrices famosas dando tips para perder peso en todas las entrevistas que brindaban, entonces yo consumía todos esos productos dietéticos. Me metí en esa toxicidad por seguir malos ejemplos. A los 15 años trabajaba como modelo y no sabía lo mal que me hacían esas cosas, me estaba muriendo de hambre”, reveló.

Cuando tenía 17 años fue embestida por un automóvil, hecho que fue causado exclusivamente por culpa suya, según declaró ella misma. Como resultado tuvo problemas en su espina dorsal y quedó un año postrada en una cama y luego debió movilizarse en silla de ruedas durante seis meses. Lo que para cualquier persona hubiese significado una completa desgracia, para ella fue un cambio completamente positivo en su vida, ya que logró entablar un nuevo vínculo con su cuerpo.

“Aumenté como 30 kilos por los esteroides, estaba ‘muy grande’ para modelar, así que desarrollé un nuevo sentido que me llevó a proteger mi cuerpo y dejar de pasar hambre. Una vez que me recuperé del accidente mejoré mucho en cuanto a mi desorden alimenticio porque me di cuenta de que mi cuerpo era frágil”, contó Jameela a Cosmopolitan.

El hábito de saltar al vacío

Su carrera no sigue una línea “lógica” ni planificada. Ella seguía trabajando como modelo y se desempeñaba como maestra de inglés para chicos extranjeros en una escuela de Londres. Cobró mayor popularidad cuando participó del London Fashion Week, con un estilo calificado como “extravagante” por los expertos de la moda.

En 2008 comenzó a realizar algunas apariciones en el programa Music Zone del Canal 4 del Reino Unido y con su impronta se abrió paso en los medios. Primero como columnista, llegó al programa One Chart Show de la prestigiosa BBC Radio, y luego se convirtió en la primera presentadora mujer de ese programa. Tiempo después, al ser consultada por The Cut a qué se debe su inesperado éxito en televisión, ella respondió “a la buena suerte” y su capacidad de aceptar los desafíos que se le presentan.

“No sabía qué carajo estaba haciendo. Tal vez algún día lance un álbum de rap o me convierta en una bailarina profesional de tango, no lo sé. No tengo trayectoria. Si hubiese tenido trayectoria en esto (en referencia a los medios), probablemente no hubiese hecho todas las cosas divertidas que hice. Siempre tengo grandes esperanzas, pero ninguna expectativa”, afirmó.

Fuertes convicciones y grandes polémicas

La película Bridesmaids (Damas en guerra), algo así cómo la versión femenina de la exitosa The Hangover (¿Qué pasó ayer?), logró de alguna manera atar cabos sueltos y le permitió darse cuenta de cuál era su misión con su trabajo: según contó al HuffPost, el largometraje la ayudó a moldear su visión del feminismo.

“Fue la primera vez que vi mujeres en la pantalla permitiéndose ser ordinarias, crudas, honestas e imperfectas. Siempre vemos una versión tan pulida de las mujeres, y no es así cómo somos nosotras cuando salimos de noche o cuando estamos en nuestro hogar. Podemos ser inmundas, divertidas y ordinarias, y escondemos esas cosas porque son consideradas desagradables para los hombres”, manifestó.

De esta manera comenzó una militancia en el feminismo. Ella, en realidad, se define como una “feminista en progreso”. Con el tiempo se convirtió en una bandera de este movimiento internacional y reveló fuertes historias de abuso sexual sufridas a lo largo de su vida: “Tenía seis años la primera vez que un hombre mostró interés sexual en mí, 11 años la primera vez que me tocaron sin mi consentimiento, 12 años cuando un hombre de 40 me tocó la vagina en una calle de Oxford, yo usaba mi uniforme de colegio, eran las 3.30 de la tarde… Fue tan fuerte que sangré y me tuve que tirar contra una pared para sacármelo de encima”.

“Me han llegado a tocar 20 veces sin mi consentimiento en la calle en hora pico, fui violada, fui perseguida en la vía pública y tuve que salir corriendo… Fui golpeada simplemente por no querer pasar mi número de teléfono a un hombre, me han acosado para tener sexo y vivo constantemente con amenazas de muerte en las redes sociales”, contó.

Asimismo, criticó con dureza a otras mujeres famosas por considerar que “jugaban para el patriarcado”. En 2013 despertó una fuerte polémica al arremeter contra la cantante Rihanna por subir fotos desnuda en sus redes sociales: “Me pone triste cómo muchas chicas jóvenes que siguen a su ídolo pueden llegar a pensar que esa es la manera de llamar la atención, de demostrar que vales la pena. Sin mencionar que muchas jóvenes cantantes que la siguen ahora piensan que menos ropa significa más éxito. Esa no es la forma de crecer o ser más respetada en tu ámbito”.

Otras de las famosas contra las que arremetió por cuestiones similares fueron Beyoncé y Miley Cyrus. Tanto en sus redes sociales como en los programas de televisión, Jameela decía que se mostraban como objetos sexuales para lograr un aumento en las ventas de sus discos. A raíz de estos comentarios, la inglesa fue blanco de fuertes críticas, incluso de algunos grupos dentro del feminismo, y la acusaron de SWERF, que por sus siglas en inglés significa “feminista radical que excluye a las trabajadoras sexuales”.

Del inesperado éxito a la pelea con las Kardashians

El elenco de la exitosa serie “The Good Place”: Jameela Jamil, Manny Jacinto, Ted Danson, Kristen Bell, William Jackson Harper, y D’Arcy Carden (Foto: Robert Trachtenberg/NBC)

Su tía y su abuela murieron de cáncer de mama, por eso Jameela se llevó un gran susto cuando, a los 29 años, se encontró un bulto en el pecho. Afortunadamente resultó no ser canceroso, pero la situación fue lo suficientemente traumática como para considerar un cambio en su vida. Así fue que se subió a un avión rumbo a Los Ángeles para probar suerte como guionista en la televisión norteamericana.

No fue fácil al comienzo porque, tal como ella misma contó, no la aceptaban por su color de piel. Un tiempo después llegó la gran oportunidad cuando su representante le contó que el reconocido productor Michael Schur estaba buscando una joven inglesa para un papel importante en su próxima serie, The Good place, junto a Ted Danson y Kristen Bell.

Ella dudó en un comienzo. “De ninguna manera. No estoy preparada y voy a estar rodeada de gente que dedicó toda su vida a esto”, fue su primera respuesta. Pero la propuesta fue tan tentadora que una vez más decidió apostar a su intuición y embarcarse en su primera experiencia como actriz. Después de cuatro temporadas y 53 episodios, que la tienen a ella como la gran revelación, no quedan dudas de que tomó la decisión correcta.

Ahora bien, esta nueva -y enorme- exposición era la herramienta que le faltaba para que su mensaje llegara a más personas. En 2018 lanzó la iniciativa I Weigh, que se puede visitar en Instagram, en la que, basada en su dura experiencia personal, estimula a la gente a restarle importancia a la apariencia física y fijarse en otros atributos más importantes. La decisión de ponerse al hombro esta campaña llegó después de ver a muchas famosas mostrando cuerpos irreales en las redes sociales, por lo general retocadas digitalmente, que construyen modelos de belleza inalcanzables.

“Me cansé. Me cansé demasiado de ver estas cosas y dejarlas pasar. Todo el día estamos siendo perseguidas por las revistas y los medios. El ataque es tan agresivo que vamos a tener que tomar represalias 10 veces más fuertes para deshacer todo el daño que le hacen a las mujeres”, expresó después de presentar I Weigh.

En ese sentido, apuntó en varias oportunidades contra las integrantes del clan Kardashian. Por ejemplo, en una ocasión tuiteó sobre los batidos que auguran un vientre plano, promocionados por Khloé Kardashian. Jameela la acusó de “irresponsable” por no advertir a sus seguidores sobre los efectos perjudiciales de ese tipo de bebidas, como diarrea, dolores de estómago y deshidratación -siempre según la actriz inglesa-, y no reconocer que su figura es resultado de su posición privilegiada, que le permite tener un entrenador personal y un chef privado, entre otros beneficios.

“Principalmente ‘me importan un carajo los jóvenes o aquellos que luchan contra desórdenes alimenticios, quiero el dinero’. Yo también tuve la oportunidad de promocionar ese tipo de productos, y no lo hago, así que ellas tampoco deberían hacerlo”, dijo Jameela en referencia a las acciones de Khloé.

Ella le respondió a través de un artículo publicado en The New Tork Times, centrado en la faceta empresarial de la familia y el imperio que ha construido con productos que van más allá de su reality show, como cosméticos y videojuegos, que le permitieron ganarse el respeto de gran parte del mundo del entretenimiento y de sus fans. Además, le recordó que ella suele mostrar en las redes sociales su duro entrenamiento, para demostrar que es un gran sacrificio tener su figura. “Te estoy enseñando lo que hay que hacer, tonta -arremetió Khloé-. 15 repeticiones en tres series, e incluso muestro cómo hacer el movimiento”.

Kris Jenner, mánager de sus cinco hijas, le restó importancia a estos ataques y aseguró que “el 90 por ciento de la gente” se alegra al ver lo bien que el va al negocio familiar. Kim Kardashian, por su parte, afirmó que ella misma utiliza los productos que promocionan y que cree en sus resultados.

Jameela no se quedó callada y siguió defendiendo su postura: “Claro, entonces véndeles heroína a los niños, porque mientras lo respaldes, no hay problema”. Y agregó: “Yo no estaría aquí si no hubiera hecho un ruido enorme hablando de estas cosas y, a veces, hay que usar una cultura de choque para hablar de lo que una piensa… Y lo que quiero decir es que las jóvenes deben despertar y darse cuenta de lo que les están diciendo”. Como resultado del trabajo de Jameela y de otras organizaciones que luchan por sus mismos objetivos, Instagram ha establecido restricciones sobre las publicaciones que promueven dietas y cirugías cosméticas en la red social.

Una nueva etapa en su lucha

En el último tiempo, Jameela ha adoptado una postura diferente en cuanto a las críticas que ha realizado contra otras famosas. Respecto a las acusaciones contra Rihanna de sexualizar su imagen para aumentar las ventas de sus discos, declaró a BBC HARDtalk: “He pedido disculpas cien veces. Soy una víctima de violación que no sabía adónde proyectar mi enojo, entonces apuntaba contra el blanco equivocado, que eran las mujeres y la manera en la que se sexualizaban. Tendría que haberme dirigido contra el patriarcado, que nos fuerza a hacer eso de una manera… A veces es la decisión de la mujer, no digo que no lo sea, pero debería haberme dirigido contra el sistema que me sexualiza desde que soy una niña. Eran los hombres el problema, esos hombres que me sexualizaban”.

Más inesperado aún es lo que sucedió a mediados de año con las Kardashians. Todo ocurrió cuando Kim compartió una imagen en un corset que reducía al mínimo su cintura, y algunos señalaron que además estaba retocada digitalmente. Jameela subió esa foto a su propia cuenta en Instagram y explicó por qué no va a seguir manifestándose en contra del mediático clan: “El mero hecho de que me hayan escrito sobre este tema demuestra que he cumplido con mi parte. No he estado intentando ‘cancelar’ a Kim K. Lo único que estaba haciendo era tratar de prepararlos y proporcionarles el conocimiento que les permitiera darse cuenta por ustedes mismos de que todo eso son expectativas basura sobre la mujer, creadas por el patriarcado y que afectan a las mujeres”.

“Ni siquiera estoy segura de si se dará cuenta de que está haciendo lo mismo que le hicieron sus ídolos a ella, convenciéndola de que una cintura diminuta es la clave de la feminidad y el sex appeal”, dijo Jameela. Y agregó: “Decidan quién y qué está de moda. Dejen de seguir a la gente que les cuentan cosas que afectan su autoestima”.

En mayúsculas, para que a sus más de tres millones de seguidores no les queden dudas sobre sus convicciones, concluyó: “El patriarcado nos quiere enfocadas en nuestro peso en lugar del poder, la igualdad y el libre pensamiento. Al carajo todos los que alimenten esto (en referencia a la foto de Kim Kardashian con el corset). Bloquear, silenciar, borrar y repetir. En su lugar sigan a activistas, escritores, artistas y comediantes”.

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