El Kremlin negó este martes las acusaciones de Ucrania de que Rusia está detrás de la destrucción de la presa de Nueva Kajovka y aseguró que se trata de un «sabotaje deliberado» de Kiev.
«Negamos rotundamente estas acusaciones. Se trata de un sabotaje deliberado, planeado y organizado por orden del régimen de Kiev», dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Peskov agregó que toda la responsabilidad por las consecuencias del desastre recae ahora en la parte ucraniana.
El portavoz del Kremlin vinculó la explosión en la presa con la contraofensiva ucraniana y aseguró que Kiev dio este paso porque «no consigue sus objetivos» en el campo de batalla.
«Sus operaciones ofensivas se están ahogando», aseguró.
A la vez, Peskov redirigió al Ministerio de Defensa de Rusia la pregunta sobre el impacto de lo sucedido en la campaña bélica rusa.
Y es que la presa de la central hidroeléctrica tiene una gran importancia no solo por sus capacidades energéticas, sino también porque conecta las orillas derecha e izquierda del río Dniéper, convertido en primera línea de frente entre los Ejércitos de Rusia y Ucrania.
Según Peskov, uno de los objetivos del ataque era también dejar sin agua a la península de Crimea, que sin embargo tiene por el momento suficientes reservas en sus embalses.
EFE