Los puertos ucranianos no podrían reabrir para la exportaciones de cereales en un mínimo de seis meses y los envíos por ferrocarril son muy complejos y limitados, por lo que es necesario buscar alternativas a corto plazo para evitar problemas el hambre en ciertas partes del mundo.
Este es el diagnóstico de una fuente gubernamental francesa, que hizo notar que la invasión rusa llevó a Ucrania a minar sus puertos para evitar un desembarco de tropas de Moscú. Eso ha bloqueado las salidas de cereales y aceites vegetales a países de África y Oriente Medio, que eran fuertemente dependientes de los vastos campos ucranianos.
Para el desminado haría falta un acuerdo internacional que garantizara el paso de los buques de grano, algo actualmente complicado ya que habría que implicar a Rusia.
Además, se tendría que organizar una acción coordinada a nivel militar, que incluiría a la OTAN, para retirar las minas, explicó la fuente a un grupo de periodistas de cara a una reunión del Grupo de los Siete países más industrializados (G7) hoy y mañana que aborda los desafíos que plantea la invasión rusa para la seguridad alimentaria mundial.