Nueve miembros de una familia de una comunidad mormona fueron asesinados en el lado mexicano de la frontera con Estados Unidos, y una pariente de uno de los masacrados le dijo a CNN el martes que la familia no es ajena a la violencia de los carteles de drogas.
En esta foto están Howard Jackob Miller, Jr., Rhonita Maria Miller, los mellizos Titus Alvin Miller y Tiana Griciel Miller, y Krystal Bellaine Miller, quienes murieron todos en el ataque. Howard Miller, el hombre adulto, está vivo y no estuvo presente en el ataque.
Kendra Lee Miller, cuya cuñada Rhonita Maria Miller murió en el ataque, dijo: “Los carteles se han llevado a demasiados miembros de nuestra familia” y los asesinados el lunes “no fueron los primeros”.
Miller le dijo a CNN que su familia ha sido amenazada recientemente por carteles sobre adónde puede viajar.
Los investigadores creen que tres vehículos que viajaban entre los estados de Sonora y Chihuahua fueron emboscados por grupos criminales el lunes por la noche, dijeron las autoridades mexicanas.
Las víctimas incluyen tres mujeres, cuatro niños pequeños y dos bebés, dijo el miembro de la familia Alex LeBarón en México. Todos eran tanto ciudadanos estadounidenses como mexicanos, dijo.
Las víctimas “fueron baleadas en vehículos mientras conducían”, dijo LeBarón a CNN. Ocho niños sobrevivieron.
“Mujeres y niños fueron masacrados, quemados vivos”, dijo LeBarón. “Las madres gritaban para que el fuego se detuviera”.
‘Tensiones de larga data’
La historia de conflicto de la familia LeBarón con los carteles mexicanos de la droga puede indicar que la familia era su objetivo, dijo a CNN el excanciller mexicano Jorge Castañeda el martes por la noche.
“Se habían enfrentado a los carteles de la droga y tenían ciertas fricciones con los carteles o con las comunidades vecinas sobre los derechos del agua”, dijo Castañeda.
Christina Marie Langford, quien murió en el ataque.
Castañeda fue canciller de México durante tres años y dejó el cargo a principios de 2003.
“Sus tensiones de larga data, y aparentemente la mujer que conducía en el primer automóvil que fue atacado era una activista. Era muy activa en su comunidad, defendiendo a su familia, sus compañeros de la comunidad contra los carteles, sobre el tema de los derechos de agua”, dijo Castañeda, describiendo a una de las tres mujeres asesinadas, sin nombrarla.
El exministro también dijo que la enorme comunidad de LeBarón había estado recibiendo la protección de 90 policías federales estacionados en la comunidad desde 2011 debido a las tensiones entre la familia y los carteles.
Dawna Ray Langford y su hijo, Trevor, quienes murieron en el ataque.
Esa protección fue retirada en cierta medida por el Gobierno actual a principios de este año, según Castañeda. No está claro si los 90 policías fueron retirados o solo algunos de ellos, agregó.
En una conferencia de prensa el martes por la mañana, el ministro de Seguridad mexicano, Alfonso Durazo, dijo que el ataque pudo haber sido un caso de identidad equivocada de “grupos en conflicto en el área”.
“Conducían juntas por razones de seguridad”
En cada uno de los tres autos atacados, una madre conducía a los niños para ver a la familia.
“Conducían juntas por razones de seguridad”, dijo Kendra Lee Miller a CNN.
Esta foto de la familia Miller muestra a Zack Miller, 2 años, que está vivo; el bebé Titus Alvin Miller, de 8 meses, que está muerto; la madre Rhonita Maria Miller, de 30 años, que está muerta; el padre Howard Miller, que está vivo; la bebé Tiana Gricel Miller, de 8 meses, que está muerta; el hijo Howard Jacob Miller Jr., de 12 años, que está muerto; Krystal Bellaine Miller, de 10 años, que está muerta; Tristan Miller, de 8 años, que está vivo; y la hija Amaryllis, de 5 años, que está viva. Los rostros de los niños que están vivos están borrosos.
Rhonita Miller, de 30 años, conducía con algunos de sus siete hijos desde La Mora, Sonora, donde se encuentra el rancho de su familia, hasta Arizona para recoger a su esposo, Howard, que estaba en Estados Unidos por trabajo, dijo Kendra Lee Miller.
Se suponía que la familia iría a la boda de Kendra la próxima semana en La Mora, dijo la futura novia.
En un segundo auto, conducía Dawna Ray Langford, de 43 años, dijo Kendra Lee Miller.
“Dawna iba a visitar a su familia con sus hijos en Chihuahua”, dijo Kendra Lee Miller.
Otra miembro de la comunidad de La Mora, Christina Marie Langford Johnson, de 29 años, conducía el tercer automóvil e “iba a encontrarse con su esposo y el resto de sus hijos porque todos se mudarían a Dakota del Norte”.
Christina Marie Langford murió en el ataque.
En un momento de su viaje, el vehículo de Rhonita tenía una rueda pinchada, dijo Kendra Lee Miller. Rhonita y sus hijos dejaron atrás su automóvil averiado y luego viajaron de regreso a La Mora con las otras dos mujeres y sus hijos para conseguir otro automóvil.
Rhonita tomó otro automóvil familiar con sus hijos y continuó el viaje con los otros dos vehículos, dijo Kendra.
Kendra dijo que su hermano Andre estaba en la carretera de montaña cerca de La Mora cuando vio un incendio en la distancia donde fue atacada la caravana de tres autos.
“Mi hermano estaba arreglando el vehículo averiado de Rhonita, vio un incendio, no pensó que pudiera ser eso”, dijo Kendra Miller.
“Entonces (él) vio la explosión, fue a comprobar, vio que era el vehículo de mi madre, lleno de agujeros de bala, completamente en llamas”, dijo.
“Mi papá, Andre y un par de tíos y parientes fueron a revisar el vehículo. Todo lo que encontraron fueron restos carbonizados, cenizas y huesos”, dijo Kendra Lee Miller.
“Había restos dentro y fuera del vehículo”.
Un miembro de la familia dijo que un niño de 13 años que resultó ileso en el ataque caminó aproximadamente 22 kms en busca de ayuda, después de esconder a sus hermanos que sangraban en los arbustos y cubrirlos con ramas.
‘Somos una familia enorme’
Los mormones que fueron atacados serían miembros de una secta fundamentalista que está separada de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD), dijo un portavoz de la iglesia.
“Estamos desconsolados al escuchar la tragedia que ha afectado a estas familias en México”, dijo el portavoz Eric Hawkins a CNN. “Por lo que puedo decir, estos eran miembros de una secta polígama, y no miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”.
Kendra Lee Miller dijo que los miembros de la comunidad descendían de colonos mormones, y que algunos miembros todavía son practicantes de la iglesia.
Tiffany Langford, quien también perdió familiares en el ataque, dijo que no fue criada en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, pero que ahora forma parte de ella.
“Nací en México, pero crecí principalmente en Estados Unidos”, dijo Langford. “Fui criada como mormona fundamentalista, no como parte de la iglesia. Me uní por mi cuenta junto con parte de mi familia hace unos cinco años. El resto de mi familia extendida se crió casi igual que yo, algunos fundamentalistas, algunos ahora son SUD, dependiendo de con quién estés hablando”.
Los miembros de la familia se describen a sí mismos como parte de una comunidad mormona de aproximadamente 3.000 miembros, que viven en su propia comunidad agrícola en México.
Generalmente, la comunidad es fundamentalista. Uno de los familiares de la víctima dijo que algunos miembros practican la poligamia.
A pesar de algunas diferencias entre las creencias individuales, “somos una familia enorme”, dijo Langford.
“Nos amamos y apoyamos mutuamente sin importar nuestras creencias individuales. Nunca he visto tanta fuerza de unidad y amor en una familia tan grande como la nuestra. Esta es la tragedia de nuestras vidas”.
Los cuerpos de las nueve víctimas asesinadas fueron devueltos a su rancho familiar, dijo LeBaron el martes.
Se espera que los funerales tengan lugar dentro de las próximas 48 horas.
7 niños heridos están ahora en EE. UU.
Siete niños heridos en la emboscada fueron trasladados desde México a Douglas, Arizona, para ser llevados a hospitales de Tucson, dijo LeBarón.
La gobernadora del estado de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, dijo que estaba indignada por el ataque.
“Como madre, siento coraje, repudio y un profundo dolor por los cobardes hechos en la sierra entre Sonora y Chihuahua”, tuiteó.
“No sé qué tipo de monstruos se atreverían a lastimar a mujeres y niños. Como gobernadora, toda mi colaboración para que no quede impune y paguen los responsables”.
El Departamento de Estado de EE. UU. está al tanto del ataque, dijo un portavoz de la agencia.
“Cuando un ciudadano estadounidense está desaparecido o fallece en el extranjero, nos relacionamos con funcionarios locales en múltiples niveles y brindamos toda la asistencia consular apropiada”, dijo el portavoz.
El FBI ofreció ayudar a las autoridades mexicanas en la investigación, dijo un funcionario del FBI.
Una región marcada por la violencia
En 2009, un miembro de la familia LeBarón que vive en el estado de Chihuahua fue secuestrado y regresó ileso una semana después. Su hermano, Benjamin LeBarón, se convirtió en activista contra el crimen, pero él y su cuñado fueron asesinados dos meses después.
El número de asesinatos en el país se ha disparado recientemente.
El año pasado, México fue testigo de su mayor número de homicidios: 33.000. Y 2019 está en camino de romper ese récord.
El mes pasado, 13 policías mexicanos fueron asesinados en una emboscada en el estado occidental de Michoacán.
Ahora, el dolor de la última masacre de alto perfil se ha extendido a dos países.