El magistrado del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela Christian Zerpa, que abandonó su cargo y se trasladó a Estados Unidos, dijo al canal EVTV Miami que va a colaborar con «las autoridades estadounidenses por la libertad de Venezuela».
En una entrevista exclusiva con una periodista de dicho canal de noticias, que fue hecha el domingo en Orlando (centro de Florida), Zerpa señaló que huyó de Venezuela porque temía por su vida y la de su esposa y sus dos hijas, dado que no iba a avalar con su presencia la jura de Nicolás Maduro como presidente para un nuevo mandato.
Zerpa, que antes de ser magistrado de la Sala Electoral del TSJ fue parlamentario del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), dijo a Carla Angola que dejó Venezuela para no avalar con su presencia la jura de Nicolás Maduro como presidente para un nuevo mandato de seis años.
«Yo considero que Maduro no se merece una segunda oportunidad», señaló Zerpa, al que el Tribunal Supremo, que lo catalogó como «exmagistrado», acusó este domingo de haber huido para no enfrentar las consecuencias de «las reiteradas denuncias que funcionarias de su despacho habían formulado contra él por conductas indecorosas e inmorales».
Zerpa calificó como una «autocracia» al Gobierno venezolano, subrayó que las elecciones del pasado mes de mayo, en las que Maduro obtuvo «supuestamente» la victoria, no fueron «libres ni competitivas» y consideró que en Venezuela «no hay separación de poderes» y muchas de las decisiones judiciales «son instruidas desde Miraflores» (Presidencia).
A la pregunta de por qué ha esperado tres años desde su nombramiento como juez hasta hoy para dejar Venezuela, dijo que era porque ahora era «el momento en que menos sospechas despertaba» y porque pensaba que desde adentro podía hacer más por garantizar el respeto a las instituciones.
Según señaló, Nicolás Maduro le escogió para que «garantizara decisiones favorables al Gobierno» y fue Cilia Flores, esposa del mandatario, quien le comunicó que iba a ser magistrado.
El magistrado subrayó que se marchó de Venezuela porque no quería seguir prestándose a «lavar la cara al régimen» y seguir «avalando» a un Gobierno que solo ha traído «hambre, miseria y destrucción» a Venezuela.
Zerpa se declaró partidario de un «cambio» y consideró que lo «más sensato» sería que Maduro renunciara y se convocaran elecciones democráticas y pacíficas.
El magistrado hizo un «llamado a la reflexión» de sus compañeros en el TSJ, porque, según dijo, «no podemos seguir avalando lo que está pasando en Venezuela».
A su juicio, hay muchas personas en las instituciones que piensan como él que la Venezuela actual «no es el país que queríamos y soñábamos», pero hay «mucho miedo».
A su juicio, la «gran tragedia del venezolano» es que coincidieron en un mismo momento histórico «el peor gobierno del mundo» y la «peor oposición del mundo».
Zerpa manifestó su arrepentimiento por no haber sido «coherente» con los valores democráticos en los que se formó. «Es una cruz que cargaré para toda la vida», dijo. EFE