La crisis económica no sólo ha afectado la adquisición de los productos de la cesta básica de la dieta de los venezolanos, sino que también ha hecho difícil el cuidado y mantenimiento de mascotas tales como perros. Desde hace ya un tiempo muchas familias han regalado e incluso abandonado en las calles a sus amigos caninos, pues para ellos se ha hecho imposible comprarles algo tan básico como el alimento, sin hablar de los demás cuidados que estos requieren para estar sanos.
Dentro de las pocas personas que todavía se las arreglan para mantener a sus mascotas, algunos han preferido recurrir a alternativas de la perrarina y entre estas muchos han optado por darle carne a sus mascotas, pues resulta que sale mucho más económico que el alimento especial para ellos. En la actualidad un saco de 25kg cuesta más de 250 mil BsS.
Mercy Suniaga, una joven madre de 36 años y dueña de una poodle llamada Lilo, considera que el precio de la perrarina ha aumentado tanto que se le hace imposible comprarla actualmente. Cuenta que lo que ella hace es variar la comida a su perra. «A veces le doy patas de pollo, otras veces mezclo carne molida con arroz, huesos de pollo o huesos de res».
Comentó que el año pasado le compró una bolsa de 25 kg. la cual ha estado rindiendo alternándola con otras comidas como las antes mencionadas. Así mismo mencionó que aunque intente buscar otras soluciones, no siempre puede darle cualquier otra cosa, pues alimentos como la pasta o el arroz en grandes cantidades la suelen enfermar.
«Tengo nueve perros en total, tres están conmigo en mi casa, uno está casa de mi novio y los otros cinco cuidan el negocio de mi mamá» dice Ana Carolina Ríos, una joven empresaria de 32 años. «Nada más con los tres que tengo en mi casa se va una bolsa y media de 25 kg. en una semana, pues son todos perros grandes que comen muchísimo».
Comenta que su madre comenzó a mezclar bofe con arroz y un poco de perrarina para poder alimentar a los perros de su negocio, pues es demasiado costoso mantenerlos exclusivamente con perrarina.
«Me sale mucho mejor comprarles carne antes que perrarina, ya que ésta ha aumentado una barbaridad y aunque la carne tampoco sea muy barata, siempre saldrá más económica». Para Ana, las cosas se han vuelto tan caras que considera que es mejor traerlas del exterior. «Por negocios suelo viajar al exterior, para traer productos y esas cosas, al comparar los precios de afuera con los de aquí resulta que sale mucho más barato traerlas de afuera, aún si pagara un envío, por lo que he considerado traer la perrarina de afuera, así como he hecho con otros productos, que al cambio me terminan saliendo el doble y hasta a veces el triple de lo que me costaría en el exterior» cuenta Ana.
«Entre mi nieto y yo hacemos el sacrificio, porque lo cuido mucho y no quiero que se me vaya a enfermar, pues ellos son como de la familia» dice Mireya Caldera, una mujer que afirma querer mucho a su pequeño Spay, quien ha estado con ella durante ocho años. Ella dice que prefiere hacer el esfuerzo de comprarle la perrarina en lugar de darle otro tipo de comida, pues teme que se enferme. Así mismo, cuenta que cada mes y medio le compra una bolsa de 6 kg. pues al ser un perro pequeño y haberlo acostumbrado a comer poco, le logra rendir el alimento. «Por donde vivo muchas personas abrieron las puertas para que sus perros se fueran, pero yo no podría hacer eso».
Carmen Laucho