En una carta divulgada por Andrés Izarra y firmada, hasta ahora, por más de 100 actores venezolanos, asegura que el caso del dirigente político se trató de “una desaparición forzada (…) La versión del Gobierno es que tuvo un accidente de tránsito mientras conducía su moto. Pero el Estado debe explicar a Venezuela y al mundo, ¿cómo puede tener un accidente de tránsito alguien que se encontraba detenido e incomunicado en la sede de un organismo de seguridad”.
Agrega el documento que “como sociedad no podemos guardar silencio frente a este horrendo hecho que evidencia un crimen de Estado. Los venezolanos y la comunidad internacional debemos condenar con la mayor firmeza esta ola represiva”. Los que se suman a la carta aseguran que acompañarán las denuncias de familiares y compañeros de Santos “y la exigencia de justicia y reparación”.
También exigieron la inmediata liberación de todos los presos políticos y la separación inmediata de sus cargos a los oficiales involucrados en este hecho, así como una investigación imparcial de toda la cadena de mando involucrada”.
Finalizan la carta asegurando que “Venezuela tiene horas oscuras en su historia manchadas con crímenes de Estado en nombre de la democracia. (…) Quienes se apropiaron de ese sueño y se visten hoy con el disfraz de socialistas de izquierdas, cometen los mismos crímenes que hemos condenado”.