Luis Miguel Curra es uno de los muchos venezolanos que cambiaron su modalidad de trabajo luego que se detectara el primer caso de Coronavirus en el país.
“Tenemos la situación bajo control por los momentos, pese a que el personal de la empresa no se encuentra en las oficinas, están todos como yo, laborando desde sus viviendas», sentencia el joven, quien trabaja como soporte técnico en una empresa de tecnología ubicada en Caracas.
Ante la pandemia del COVID-19 gran parte de las empresas a nivel mundial han optado por el teletrabajo para evitar la circulación de personas por las diferentes ciudades y así disminuir el contagio y propagación del virus.
Como Luis Miguel, otros miles, quizás millones, a pesar de la situación que está afrontando el país por este flagelo, han encontrado la manera de producir para poder subsistir mientras que todo se normaliza.
«En lo que ellos necesiten – en la empresa- los puedo ayudar de forma remota para que así puedan realizar su trabajo sin inconvenientes», agrega el joven de 31 años, residente de la urbanización La Rosaleda Sur en San Antonio de los Altos.
Actualiza constantemente su correo electrónico en busca de cualquier requerimiento. Admite que son tiempos difíciles y que está trabajando con limitaciones, pues no dispone de todos los recursos necesarios para poder hacer su labor perfectamente.
Intenta establecer límites. Cumpliendo con su horario laboral como de costumbre, empieza a trabajar a la misma hora de siempre y trata de culminar cuando se cumple el horario. «Siempre alerta para cuando alguien de la empresa requiera de mi ayuda técnica».
Además, ha creado su propia rutina mientras trabaja desde casa ya que luego de una semana practicando el teletrabajo, su cuerpo lo comienza a aceptar como un hábito.
Entre las bondades de laborar de esta manera – admite- está que puede salir algunos minutos, con tapaboca incluido, a relajarse o estirar las piernas por la urbanización.
Desventajas: el internet es tan intermitente como lento, lo que puede generar estrés y ansiedad cuando debes cumplir con alguna pauta.
Lo cierto es que en algo más de una semana de cuarentena, el trabajo on line comienza, sin duda, a ser prácticamente la única manera de generar ingresos en medio de la pandemia.
«Mientras que el panorama de lo que está ocurriendo en el país no se normalice, la gente tendrá que acostumbrarse a esto», sentencia desde la mesa del comedor de su casa, donde además de la computadora portátil, descansa el antibacterial y un café servido por su familia .
Luis José Fernández
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