La hiperinflación cada día consume más a los venezolanos haciéndoles casi imposible poder llevar los alimentos básicos a sus hogares y poder mantener una vida normal.
El precio de la Canasta Alimentaria Familiar (CAF), en la última evaluación reflejada en abril de 2019, se situó en 1 millón 924 mil 265,02 bolívares, monto que se traduce en un aumento del 23,7 % respecto a marzo, informó el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
La organización estimó que una familia de cinco integrantes precisa 48,10 salarios mínimos para adquirir todos los productos de la CAF, que aumentó 191.992,3 %, en relación con el año 2018. Sin embargo, el Cendas reportó que de esa cesta básica 21 productos están en escasez.
“Yo gano más del sueldo mínimo, más de 200.000 mensual y aún así tuve que dejar de comprar cosas para mi casa. No solo son los gastos de la comida, es toda la casa y toda la familia, es difícil”, afirmó Milagro Torrealba, residente de la comunidad de Pacheco, San Antonio de Los Altos.
La situación cada día se va agravando más y los venezolanos tienen que buscar múltiples opciones para poder salir adelante, porque solo con un sueldo mínimo de 40.000 bolívares soberanos establecido a partir del 16 de abril del presente año, es imposible tener una vida básica.
«Gasto más en una semana de lo que gano», relató la vecina Nadiuska Monroy, residente de la misma comunidad. «Nada más entre un café, una harina pan y una harina de trigo gasté 30.000 bolívares. Después el viernes gasté 27.000 en 4 jabones de baño, 4 litros de jabón para fregar y cuatro toallas sanitarias. Después compre papel y salado, y gasté en total 100.000 y en realidad no los gano. No sé cómo aparecen», contó.
A pesar de que el gobierno intenta buscar alguna solución con el incremento del salario y con el cambio constante en el cono monetario, en realidad esto alimenta cada vez más a la hiperinflación que cada día va creciendo más y más. «Mínimo tienes que ganar 300.000 semanal para sobrevivir en Venezuela», afirmó la ciudadana.
Por otro lado, también existen casos donde las personas de tercera edad no trabajan y viven de la pensión, haciéndoseles mucho más difícil. “El viernes pasado me traje un fororo, un paquete de papel de 4 rollos y una decena de 12 huevos y fue lo único que pude comprar”, recalcó Olga Martínez, de 67 años de edad acerca de su pensión.