Karelys Rojas, venezolana residenciada en Portugal, denunció públicamente la detención y condena de su madre, Verónica Andreina Rojas Soto (44), habitante de Los Teques, por el presunto delito de incitación al odio, tras emitir un comentario crítico sobre el gobierno en una conversación privada por WhatsApp.
Según el testimonio, Rojas fue detenida hace tres meses por funcionarios policiales y recluida en El Valle, mientras se desarrollaba el proceso judicial. El juicio se celebró el miércoles 1 de octubre, y ese mismo día fue trasladada al Centro Penitenciario Femenino de Los Teques, tras recibir una sentencia de 10 años de prisión.
La hija de la detenida asegura que el comentario fue enviado a una amiga, quien también fue arrestada pero liberada semanas después. En contraste, Verónica Rojas fue procesada formalmente, sin antecedentes penales ni historial de conflictos sociales.
“Mi mamá es una mujer de hogar, dedicada a su esposo y a mi hermana menor de 15 años. No representa ningún peligro para la sociedad. Solo expresó una opinión en privado”, declaró Karelys Rojas, quien afirma que su madre padece problemas circulatorios que podrían agravarse en reclusión.
La familia tenía previsto reencontrarse en julio, cuando los padres de Karelys viajarían a Portugal. La detención interrumpió ese plan y, desde entonces, la hija ha intentado difundir el caso para solicitar clemencia.
Organizaciones como Espacio Público y Foro Penal han documentado múltiples detenciones por “delitos de odio” desde la aprobación de la Ley contra el Odio en 2017. En algunos casos, los mensajes en redes sociales o aplicaciones privadas han sido utilizados como prueba judicial.
La familia Rojas solicita revisión del caso y garantías procesales, alegando que se trata de una reacción desproporcionada ante un impulso verbal sin consecuencias reales.
