Habitantes del sector Palo Alto de la parroquia Cecilio Acosta del Municipio Guaicaipuro, denuncian que la jefa de la llamada junta comunal se está negando a aceptar las bombonas que estén golpeadas.
La medida, que busca evitar accidentes con estos cilindros, ha generado el rechazo de las familias que aseguran que son los propios trabajadores de PDVSA Gas quienes provocan los daños.
«Entendemos que se trate de una medida de prevención, pero nos están dejando sin el servicio al no recibirnos las bombonas que ellos mismos dañaron», dijo este lunes un vecino.
Rechaza que las autoridades trasladen el problema a la comunidad. «Deben ser ellos quienes reemplacen todas las bombonas dañadas, hay gente que no tiene como pagar una nueva», dijo.
En los últimos meses se han registrado varios accidentes. En un siniestro, todos los actores: Pdvsa Gas Comunal, empresas privadas de llenado y los consumidores, juegan un papel determinante.
Bombonas oxidadas, con abolladuras, abultamientos y corroídas no deberían circular porque están violando las normas de seguridad Covenin establecidas en el país desde 1997.
Expertos aseguran que cuando una bombona explota es porque ha fallado todo el sistema de revisión, porque son muy antiguas y porque están sometidas a malos tratos y al mal uso.
Redacción El Tequeño