El Observatorio Venezolano de Violencia capitulo Nueva Esparta, incorporó la muerte de pescadores adolescentes y jóvenes a causa de los naufragios ocurridos recientemente en Margarita, y ante tal situación advirtió el riesgo para quienes abandonan las aulas de clases para dedicarse al oficio de la pesquería.
Por Dexcy Guédez//Corresponsalía La Patilla
Hilda Mendoza, Coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia capítulo Nueva Esparta, considera que los hechos se vinculan a la crisis humanitaria en el país y que de allí surge la necesidad de incorporar a niños y adolescentes a la productividad familiar en condiciones con muy poca protección, como es la falta de mantenimiento de las embarcaciones.
“Como es sabido, los costos para el mantenimiento de las embarcaciones son muy altos y por esa razón sus propietarios no pueden hacerlo, convirtiendo las mismas en verdaderas bombas de tiempo”, advirtió Mendoza.
Recordó que desde el año pasado esa ONG viene alertando sobre los riesgos y efectos del trabajo infantil en la región neoespartana.
Admitió que por ser la pesquería un oficio muy arraigado en esta zona del país, no ven con malos ojos que los niños y adolescentes vayan aprendiendo toda esa arte para el ingreso familiar, pero sin exponerlos a desenlaces fatales como los que han ocurrido recientemente en Margarita.
Por otro lado, la coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia en la región destacó el incremento de los casos de prostitución infantil que se registran sobre todo en el centro de Porlamar.
Aunque no cuentan con estadísticas reales, Mendoza refirió que realizaron entrevista a una adolescente que se dedica a esa práctica en la zona comercial de
Porlamar, y les reveló son varias las que se dedican a buscar el sustento en la plaza Bolívar de Porlamar.
Uno de los resultados favorables de la observación hasta abril de este año, es que no contabilizan casos de trata de personas en la entidad neoespartana.
