La Asamblea Nacional de Guyana aprobó una moción en la que ratifica la soberanía del país sobre la región ubicada al oeste del río Esequibo, una zona de casi 160.000 kilómetros cuadrados en disputa con Venezuela, que celebrará un referendo el 3 de diciembre con el que espera declarar la anexión de este territorio.
La resolución, respaldada por unanimidad en una sesión extraordinaria, denuncia los supuestos planes de Caracas, tildados como “provocativos, ilegales y sin efecto”, y reitera que Georgetown ejerce y seguirá ejerciendo el control sobre la Guayana Esequiba, rica en petróleo y otros minerales.
El ministro guyanés de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, Hugh Todd, quien presentó la propuesta, aseguró que su país no tiene miedo y confía en que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que se declaró competente para decidir en esta controversia del siglo XIX, aporte una conclusión “lógica”.
Entre los puntos de la moción, destaca un respaldo al Gobierno de Irfaan Ali en la búsqueda de una solución “pacífica” y “legal” a la disputa, al tiempo que rechaza “cualquier forma de diálogo con Venezuela” fuera del proceso en la CIJ, rechazado por Caracas.
Asimismo, el Legislativo guyanés apoya al Gobierno en la solicitud, ante la CIJ, de medidas provisionales que impidan a Venezuela apoderarse, adquirir o invadir el territorio, a la espera de la decisión del tribunal.
Además, hacen un llamamiento a profundizar el compromiso de todos los actores del país en defensa del territorio que reclaman como suyo.
Todd expresó el lunes, durante la sesión que se extendió hasta la noche, su deseo de que la CIJ “ponga fin a la tiranía” de Venezuela sobre esta área.
En paralelo, el Gobierno de Nicolás Maduro comenzó una campaña para el referendo no vinculante del 3 de diciembre sobre esta controversia, en el que los venezolanos serán consultados sobre si están de acuerdo o no con la anexión del Esequibo a su país, entre otras interrogantes.
De momento, ninguna de las partes de la disputa ha planteado la opción de que sean los propios esequibanos, que rondan los 125.000, los que decidan sobre su pertenencia a uno u otro país, o elijan mantenerse como territorio independiente y soberano.