El presidente polaco, Andrzej Duda, ha afirmado este miércoles que no hay prueba de que el misil impactado en su territorio, en la localidad de Przewodow, cerca de la frontera con Ucrania, sea un ataque intencionado.
“Lo más probable es que fuera un cohete S-300 de fabricación rusa”, ha asegurado el mandatario. “No tenemos pruebas en este momento de que haya sido un misil disparado por el lado ruso”.
Las palabras de Duda llegan justo cuando el Gobierno de Polonia va a comunicar este miércoles a sus socios de la OTAN que el misil que impactó el martes en su territorio fue disparado por el Ejército ucranio, según ha explicado a Efe una fuente diplomática europea.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha asegurado que no será necesario invocar finalmente ante sus socios de la Alianza el artículo IV del Tratado del Atlántico Norte que prevé consultas entre aliados cuando esté amenazada “la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las partes”.
El Ministerio de Defensa ruso ha vuelto a negar este miércoles que el incidente ocurrido ayer en territorio polaco con al menos un misil haya sido responsabilidad suya.
Según las fuerzas armadas rusas, “solo se han llevado a cabo ataques de precisión en territorio ucranio” y a una distancia “no inferior a 35 kilómetros” de la frontera con Polonia. Moscú insiste en que se trata de un cohete de las fuerzas ucranias.
El presidente de EE UU, Joe Biden, ha dicho a los países aliados del G-7 y de la OTAN que la explosión se debió al impacto de un misil antiaéreo ucranio, según ha explicado una fuente de la Alianza Atlántica a la agencia Reuters. Moscú, además, ha negado hoy haber disparado cohete sobre la capital ucrania.