Un exempleado de Twitter fue declarado culpable el martes de haber espiado a usuarios de la red social para Arabia Saudita, que quería conocer la identidad de personas críticas del régimen y la familia real.
AFP
El jurado de un tribunal de San Francisco consideró que Ahmad Abouammo vendió información personal de usuarios anónimos a Riad a cambio de decenas de miles de dólares.
El hombre podría ser condenado a entre 10 y 20 años de cárcel por operar para un gobierno extranjero y blanqueo de capitales, fraude y falsificación de documentos. Su pena será pronunciada ulteriormente.
«Las pruebas demostraron que, por dinero y mientras pensaba hacerlo de manera oculta, al acusado vendió su cargo» de empleado de Twitter a una persona cercana a la familia real de Arabia Saudita, declaró el fiscal federal Colin Sampson ante el jurado la semana pasada, tras dos semanas de proceso.
El veredicto ocurre después de que defensores de derechos humanos criticaran al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por cambiar de postura respecto al príncipe heredero Mohamed bin Salmán, al que prohibió tratar como «paria» tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en un consulado de Arabia Saudita en Turquía en 2018.
Numerosas ONG acusan regularmente al régimen saudí de espiar, secuestrar y torturar a disidentes, lo que Riad niega.
Ahmad Abouammo fue detenido en Seattle en noviembre de 2019 por el caso de espionaje que inició en 2014 y en el que también es acusado otro exempleado de Twitter, el saudí Ali Alzabarah, quien huyó de Estados Unidos.
Según la abogada de Abouammo, Angela Chuang, su cliente fue juzgado en lugar de Alzabarah. «Es evidente que los acusados que buscaba el gobierno no están acá», declaró.
Twitter comunicó a la AFP que no desea comentar el veredicto.
La plataforma acusa a su exempleado de no haber respetado las reglas de la empresa al no declarar ante sus jefes haber recibido 100.000 dólares y un reloj de más de 40.000 dólares por parte de una persona cercana a la monarquía saudí.