La Oficina de Washington para América Latina (Wola por sus siglas en inglés) mostró su rechazo al acuerdo que alcanzaron la Casa Blanca y el gobierno de Nicolás Maduro para reactivar los vuelos de deportación de migrantes venezolanos que llegan a Estados Unidos sin los documentos que exige ese país.
La presidenta de esta organización, Carolina Jiménez Sandoval, recordó que se debe respetar el principio de no devolución; es decir, que “ninguna persona en necesidad de protección sea deportada”.
A su vez, lamentó que el gobierno de Joe Biden alcanzara esta cooperación con Miraflores, especialmente después de que hace dos semanas se aprobó la ampliación del Estatuto Temporal de Protección (TPS por sus siglas en inglés) para los venezolanos que llegaron a Estados Unidos hasta el 31 de julio de este año.
“Esta decisión es lamentable. Llamamos a respetar derechos humanos“, posteó Jiménez Sandoval en su cuenta de X, antes Twitter, al cuestionar el anuncio de los gobiernos de los dos países sobre los vuelos de deportación.
Cómo justifican vuelos de deportación
La Cancillería venezolana dijo este jueves que las deportaciones se realizarán a través del programa “Vuelta a la patria”, que desde hace varios años impulsa la gestión de Maduro para el retorno de migrantes de diferentes partes del mundo, especialmente de países de Suramérica y Centroamérica.
En un comunicado aprovecharon para señalar a Estados Unidos de ser responsables de la migración forzada de venezolanas y venezolanos. Según cifras de la Plataforma de Coordinación Interagencial para los Refugiados y Migrantes Venezolanos de la ONU, conocida como R4V, más de 7 millones de connacionales abandonaron el país en los últimos años.
Sin embargo, Maduro considera que no es la crisis económica, política y social del país la principal causa de esta ida de venezolanos, sino las sanciones de Estados Unidos.
“La migración venezolana de los últimos años es consecuencia directa de la aplicación de las medidas coercitivas unilaterales y el bloqueo a nuestra economía que se nos ha infringido de manera ilegal, ilegitima y reñida con el Derecho internacional”, reiteraron este 5 de octubre.
Para Jiménez Sandoval, la decisión de Estados Unidos es parte de la presión electoral que vive ese país y una medida que busca crear el efecto de “controlar la migración” dentro de ese contexto.
Incluso, la Casa Blanca aprobó recursos para continuar la construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos, una medida que el mismo Biden durante su campaña electoral criticó y prometió que no continuaría.
