Nadie en 1995 pensó que en la capital venezolana de Caracas estaba naciendo Yulimar Rojas, la mejor atleta venezolana de toda la historia, que luego por una decisión de sus padres desde muy pequeña vio en la ciudad Puerto La Cruz, en el estado Anzoátegui, un lugar para soñar y forjar su camino al éxito.
Aunque en principio se interesó por el voleibol, deporte que jugó hasta los 13 años, una visita a un polideportivo de su pueblo le cambió la vida por completo y la llevó dos años después a estar en sus primeros Juegos Nacionales y consagrarse en Lara en la categoría de Salto Alto y conseguir su primer triunfo internacional al ganar el Campeonato Sudamericano Juvenil de Atletismo 2011.
En el año 2012 buscó su fortaleza en la disciplina, en donde pasó por la velocidad en varias categorías. La capacidad atlética de Rojas seguía sorprendiendo a los entrenadores quienes la probaron en eventos fuera del país en donde estableció récords juveniles sudamericanos en 2013.
La llegada al salto con longitud y el salto triple, en donde se estableció rápidamente como la mejor de Venezuela y de la región, le permitió en 2015 llegar a las manos del mítico saltador cubano, Iván Pedroso, que la invitó a instalarse a Guadalajara y lograr su primera clasificación a unas olimpiadas en Río de Janeiro luego de una gran participación en en Toronto, Canadá.
“Di la sorpresa de clasificar a los Juegos Olímpicos de Río 2016. ¿Cómo no estar feliz? Era lo que había soñado”, dijo para el momento la campeona criolla. ?
En 2016 se proclamó campeona del mundo en pista cubierta en Portland con un salto de 14,41m y ese verano en los Juegos Olímpicos de Río en 2016 se colgó la medalla de plata con un salto de 14,98 por detrás de la colombiana Caterine Ibargüen (15,11). Un año después en Londres se convirtió en la primera atleta venezolana en proclamarse campeona mundial con un salto de 14, 91 por delante de Ibargüen.
El dominio de ambas atletas y vecinas se trasladó a los Juegos Panamericanos Lima 2019 donde Yulimar pulverizó el récord anterior de su rival (14,92) y estableció su mejor marca personal hasta la fecha con un salto de 15,11, un año después de haber logrado su segundo oro bajo techo en Birmigham 2018 con 14,63.
Andujar, España, sirvió para la venezolana para continuar su dominio en donde logró la segunda mejor marca de todos los tiempos con un salto de 15,41, marca casi idéntica con la que un mes después se proclamó campeona del mundo en Doha (14,37).
El 21 de febrero de 2020, en el Meeting de Madrid, batió el récord mundial de salto triple en pista cubierta, alcanzando 15,43 metros y superando el récord anterior de 15,36 que había obtenido la rusa Tatiana Lebedeva en 2004.
Ahora en 2021 logró el hito más grande para su carrera deportiva que no solo le permitió batir el récord olímpico con 15:41 en su primer intento, y luego destrozar el récord mundial con un salto de 15,67 para ganar la medalla de oro olímpica.