Un salto alto en su ya prestigiosa trayectoria internacional acaba de alcanzar Diego Matheuz, al ser nombrado Director Principal de Orquesta de la Academia de Música Seiji Ozawa, en Kioto, Japón. Elegido por el propio maestro Ozawa, el venezolano compartirá, a partir de febrero de 2023, su agenda de conciertos con la labor educativa y artística en dicha Academia.
Desde 2012, el venezolano y el afamado maestro nipón han cultivado una estrecha amistad. Matheuz ha sido invitado en varias oportunidades a dirigir la Saito Kinen Orchestra, y ambos participaron en la Gala de Celebración del 120 Aniversario del sello Deutsche Grammophon. En marzo de este año, Ozawa pudo confirmar el talento y habilidades de Diego para elevar el nivel musical de una joven orquesta y conducirla con excelencia, cuando fue invitado por Ozawa a conducir la Orquesta de la Academia para el estreno de la ópera Die Fledermaus, de Johann Strauss.
“Cuando conocí a Diego, entendí por qué Claudio Abbado confiaba tanto en él: una personalidad honesta y sencilla; una pasión por la música, y el compromiso de dedicar
tiempo y energía para una mejor música”, escribe Ozawa en la carta de bienvenida que le envió a Matheuz esta semana con motivo del nombramiento.
Ozawa destaca, además, la visión que posee Matheuz para formar músicos y añade: “Lo observé de cerca mientras ensayaba día tras día para formar una orquesta hábil y cohesionada con estudiantes jóvenes pero talentosos, con poca experiencia, y lo más importante: haciendo que cada músico actúe como un solista. (…) El sonido de la orquesta estaba evolucionando. Su enfoque de la música como educación, superpuso mucho al mío. Fue la primera vez que quise intentar confiarle la Academia a un solo director”.
Excitante agenda artística
Matheuz recibe esta buena noticia en Italia, donde este viernes, 1 de julio, dirigirá el estreno de la obra de teatro musical Mass, de Leonard Bernstein, con orquesta, coro y cuerpo de baile de la Opera de Roma. Estrenada en 1971 y comisionada por Jacqueline Kennedy, es una obra innovadora y audaz, basada en la Misa tradicional católica, con textos en inglés, pasajes litúrgicos cantados en latín y en hebreo, que será montada en el mágico escenario de las Termas de Caracalla.
Desde Roma, Diego Matheuz comentó que la designación que acaba de recibir es muy importante para él en lo personal y artístico. “El maestro Ozawa y yo tenemos varios años de relación y trabajando juntos. Desde 2011 hemos estado compartiendo y desde que me invitó a dirigir por primera vez la orquesta Saito Kinen, me convertí en parte de una maravillosa familia”.
Y agrega Matheuz: “Este año Ozawa quedó impactado por el trabajo con hicimos con la orquesta, y me preguntó si yo estaría dispuesto a hacerme cargo, y por supuesto, recibir este tipo de confianza y de aprobación de parte de este gran maestro es una satisfacción. Estoy seguro de que los próximos años serán de arduo trabajo en la Academia llena de gente talentosa y con gran disciplina y respeto por la música”.
En agosto, Matheuz continuará con 6 presentaciones en el Festival Rossini, en Pesaro, con la ópera El Conde Ory, junto al tenor peruano Juan Diego Flórez y la orquesta de la RAI. Septiembre y principios de octubre, serán semanas de gran impacto artístico desde la Opera de París, pues el venezolano dirigirá 10 presentaciones de La Cenerentola, de Rossini, en el Palais Garnier, y cerrará el año con presentaciones en Dublín, y por fin, Caracas.
A sus casi 38 años, el director venezolano es un artista sólido y con una carrera excitante, dirigiendo un amplio repertorio que va desde Mozart y Mahler hasta Ginastera y Marsalis, con destacadas presentaciones en ópera. Matheuz ha sembrado una trayectoria fructífera que va por más y constantes éxitos, ya visionados en 2011 por especialistas en música que lo nombraron como “uno de los diez íconos del mañana”, en la selección de la revista inglesa Gramophone.
Formado integralmente en El Sistema, Matheuz es uno de los representantes internacionales más brillantes surgido de la filosofía de enseñanza musical creada por el Maestro José Antonio Abreu, con quien Diego tomó clases de dirección orquestal. De allí que, la misión pedagógica no le es ajena y la ejerce cada vez que regresa a Venezuela con los directores de orquesta en formación, o a través de su proyecto educativo MACH, en Italia, que otorga entrenamiento gratuito a jóvenes músicos de todo el mundo, en el seno de una orquesta de verano.