Redaccion El Tequeno Ana Gabriela Hernández Vázquez, niña tequeña de 12 años, fue arrollada por un vehículo en Estados Unidos mientras salía de clases. El impacto la dejó en estado crítico: ingresó a terapia intensiva con múltiples fracturas, trauma craneoencefálico y daño cerebral.
Su madre, Hilda Vázquez, relata que los médicos recomendaron desconectarla tras tres meses sin reacción. La familia se negó.
“Nos aferramos a Dios y al doctor José Gregorio Hernández. Le pedimos con fe. A los días, Ana Gabriela abrió un ojo, luego el otro. Comenzó a reaccionar”, cuenta Vázquez.
Durante su hospitalización, la menor fue sometida a reconstrucción maxilar, traqueotomía, colocación de chip cerebral, alimentación por sonda y cirugía de fémur. Tras ser trasladada a Venezuela, llegó en silla de ruedas, sin poder hablar ni sostenerse.
“Los médicos en EE. UU. dijeron que no caminaría ni hablaría. Hoy mi hija camina, habla, come sola, se baña. Asiste a terapias y gimnasia. Ya no tiene los dolores de cabeza que la incapacitaban. Todos dicen que es un milagro”, afirma su madre.
El testimonio ha sido compartido por la familia en comunidades religiosas de Los Teques, donde aseguran que la recuperación de Ana Gabriela es una muestra de fe y devoción a José Gregorio Hernández.
