Con récord de cargos a elegir, el CNE dio primacía al tiempo dentro del cronograma electoral para realizar sus actividades. La pandemia de covid-19 también juega un papel importante en estas elecciones, pues por primera vez se incluyen la “producción y entrega de material de bioseguridad”.
El 21 de noviembre se espera realizar las elecciones regionales y municipales. En un proceso donde se elegirán a gobernadores, alcaldes, concejales y diputados de asambleas legislativas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dispuso de tiempo suficiente para realizar actividades como auditorías o la jornada de registro y actualización para los votantes.
Con un cronograma electoral publicado el 22 de mayo, el CNE dispone de 200 días para desarrollar todos los aspectos de la llamada ‘mega elección’, en comparación a otros procesos electorales donde se dispusieron tan solo 45 días (comicios de alcaldes 2017). El organismo no había anunciado un proceso y su respectivo cronograma con tanta antelación como ocurrió en 2015, donde se dispuso de 168 días para organizar las parlamentarias.
Para el Observatorio Electoral Venezolano (OEV), esto conlleva tres desafíos para el CNE: aglutinar más garantías en la elección más compleja de los últimos años, precautelar la salud de todos los actores en tiempo de pandemia, y sortear los obstáculos en un contexto de restricciones de movilidad y precariedad de servicios.
El Observatorio enfatiza que estos son unos “comicios distintos” debido a la cantidad de cargos a escoger, con un poder Electoral reformado recientemente y cambios en el escenario político que pueden influenciar este proceso. “Con sus primeros pasos, el CNE mantiene la rendija abierta”, aseguran.
Una particularidad de este cronograma, a diferencia de los siete anteriores, es que no se destacó de manera explícita la actividad de “Convocatoria” a las elecciones. Empieza con la “Campaña institucional y comunicacional del proceso electoral”, de 198 días.
Le siguen dentro de las actividades la jornada de Registro Electoral y actualización de los votantes. Se dispusieron de 45 días -28 días más que en 2020- y 783 puntos donde se distribuyeron mil máquinas.
Tanto el OEV como la asociación civil Súmate han denunciado que la cantidad de puntos y máquinas es insuficiente en comparación a los más de cinco millones de venezolanos que deben inscribirse o actualizar su residencia, ya sea por la migración interna o por los cambios inconsultos de centros de votación hechos por el CNE en elecciones anteriores.
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