El mercado de viviendas en Venezuela ha experimentado una drástica caída en los precios, perdiendo alrededor del 80% en menos de ocho años. Esto se debe a la crisis económica que atraviesa el país y a la falta de atractivo que representa en medio de la inestabilidad política y la pérdida de libertades y derechos.
La crisis de servicios, la ubicación y la inseguridad también influyen en el valor de las propiedades. Mientras que la construcción de nuevas viviendas es prácticamente inexistente.
Aquiles Martini, ex presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela y presidente de la comisión de Infraestructura Vivienda y Habitad de Fedecámaras, señaló en una entrevista radiofónica que desde 2010 y 2011 se ha observado una persecución en el sector inmobiliario. Ante esta situación, Martini sugiere mantener la propiedad hasta que se vislumbre un nuevo escenario.
El mercado de alquiler también ha experimentado su propia dinámica. Roberto Orta Martínez, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela (CIV), informó en la misma entrevista que el incremento en los precios de alquiler y venta durante el último año ha sido apenas del 5%.
Orta propone una modificación de la Ley de Arrendamientos de Viviendas para generar seguridad jurídica y permitir que muchas viviendas desocupadas entren al mercado.
Según un estudio reciente de la Cámara de la Construcción, con reglas claras y leyes actualizadas, alrededor de 250 mil viviendas desocupadas podrían ser ofrecidas en alquiler, lo que también tendría un impacto en el mercado de condominios.
Sin embargo, Orta admite que este es un buen momento para aquellos que tienen la posibilidad de adquirir una vivienda propia. Aprovechando los bajos precios que se han mantenido estables en los últimos cuatro años. “Es el momento para aquellos que quieran comprar”.
La congelación de los precios de alquiler y los complicados procedimientos de desalojo también han afectado negativamente el mercado de alquiler en Venezuela.
