Ser «influencer» o «youtuber» es uno de los trabajos ideales para muchos venezolanos, así como también para cientos de personas en Latinoamérica, según datos aportados por el proveedor de servicios financieros digitales para inmigrantes y sus familiares, Remitly.
Venezuela no es el único país en donde este oficio se ha vuelto de moda, puesto que en otras naciones latinoamericanas este «trabajo» es frecuente, en especial, en estos últimos 3 años.
La primera plataforma utilizada por los llamados «influencer» es TikTok, para luego pasar e incursionar en redes sociales como Instagram o Twitter, con el fin de promocionarse.
La agencia de comunicación The Media Office (TMO), especializada en Digital PR con influencers o líderes de opinión, destacó que «muchos tienen buena llegada, credibilidad y generalmente funcionan muy bien para comunicarse con un nicho específico, preferiblemente cuando no es una acción aislada y la marca lo haga dentro de una campaña multiplataforma que incluye varias estrategias y elementos».
Es importante acotar que muchas personas viven de este oficio. Por ejemplo, un «tiktoker» que tenga 4 millones de seguidores puede percibir hasta US$750 por un contenido publicado en esta red social.
No obstante, un comediante que tenga 400.000 seguidores en la red social Instagram puede cobrar US$550 por la publicación de varias historias, US$1.000 por un «reel» y alrededor de US$720 por un post.
Según puntualizó TMO a Bloomberg en Línea, en el caso de un «youtuber», éste puede cobrar hasta US$1.000 por una pauta, si se trata, por ejemplo, de un periodista de renombre y con más de 500.000 seguidores en esta plataforma.
