La Oficina de Investigación del Ministerio de Justicia de Taiwán concluyó este lunes que “ningún fabricante taiwanés” estuvo involucrado en la explosión de cientos de buscas en el Líbano a mediados de septiembre pasado, informaron fuentes oficiales.
Por Infobae
En un comunicado, el organismo judicial señaló que la compañía isleña Gold Apollo, cuyo logo apareció en los dispositivos detonados, no ha fabricado el modelo de buscas AR-924 implicado en el incidente, sino que este fue desarrollado y producido en el extranjero por Frontier Group Entity (FGE).
”Este grupo firmó un memorando de entendimiento de cooperación comercial, obteniendo autorización de Gold Apollo para etiquetar los productos con su marca. Gold Apollo sólo probó una muestra inicial del modelo AR-924 sin función explosiva y no proporcionó asesoría técnica, materiales ni servicio posventa”, apuntó el texto oficial.
”Además, los documentos aduaneros de Taiwán no muestran exportaciones del modelo AR-924 al Líbano, y no se encontraron pruebas que relacionen a los fabricantes taiwaneses con la explosión”, agregó la Oficina de Investigación, sin proporcionar más detalles sobre el país de origen ni las actividades comerciales de FGE.
En consecuencia, la Fiscalía del Distrito de Shilin, el órgano judicial encargado de la investigación en Taiwán, ha decidido cerrar el caso al no encontrar evidencia de que se hayan producido delitos o actividades ilegales por parte de empresas o individuos taiwaneses, informó la agencia estatal de noticias CNA.
A finales de septiembre dos tandas de explosiones simultáneas de buscapersonas y aparatos inalámbricos de comunicación causaron decenas de muertos y más de 3.000 heridos en el Líbano, en un ataque atribuido a Israel y que tenía por objetivo a miembros del grupo chií libanés Hezbollah.
Los incidentes en el Líbano
Uno de los funcionarios aseguró que “Los datos indican que los dispositivos estaban preprogramados para detonar y contenían materiales explosivos colocados junto a la batería”, solicitando el anonimato para discutir asuntos delicados.
El grupo terrorista Hezbollah y el Ministerio de Exteriores libanés culparon a Israel del incidente y afirmaron que fue un “ataque cibernético” en el que los dispositivos fueron detonados de forma remota.
Según fuentes del New York Times, Hezbollah habría encargado unos 3.000 ‘buscapersonas’ de Gold Apollo, de los cuales algunos fueron supuestamente intervenidos por la inteligencia israelí para incluir explosivos.
La empresa señalada
El presidente de la empresa, Hsu Ching-kuang, aseguró luego del incidente que los dispositivos involucrados no fueron producidos por su empresa, sino que llevaban su logo impreso.
“¡Me arruinaron!”, declaró Hsu durante una conferencia de prensa recogida por el medio CTI News. Además, el empresario anunció su intención de presentar una “demanda internacional” para esclarecer el uso indebido de su marca en el atentado.
Explicó, además, que la compañía ha estado colaborando durante dos años con una distribuidora europea interesada en producir ‘buscapersonas’ bajo el logo de Gold Apollo, pero subrayó que los dispositivos involucrados llevaban menos de dos años en el mercado.